Imperios,ciudades,civilizaciones,religiones, leyes, revoluciones, personajes, políticos,arte y tendencias, todas ellas recogidas en esa historia interminable que es el paso de la humanidad sobre el mundo. Aquí encontrarás esto y más contado con la coña que la historia tiene. ¿Que no? Baja un poco y descubrirás como de chuscas pueden ser las andanzas del ser humano. Bienvenido
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El blog La historia Interminable renovado y celebrando su 2º año en la red
lunes, 14 de noviembre de 2011
La libertad es la esclavitud (George Orwell)
Advertencia, este artículo contiene chistes sobre el Ingsoc
Hace tan solo unas semanas que la estatua de la libertad cumplió la friolera cifra de 125 años. La ya señora estatua, recibió aplausos de varias celebridades y fue aclamada por el público en general. Todo son aplausos y ojos maravillados a esta anciana de bronce.
Lo que pocos saben es que con su corona, su antorcha que debe de arder con los dólares que Yankeelandia le roba a su propio pueblo y ese libro que reza la fecha de la independencia americana (¿Para qué la fecha de su creación? Mucho mejor una cifra que representa como un país olvidado se separó de un imperio cabrón para ser casi tan despótico como lo había sido su opresor), con todas estas cosas, la estatua absorbe a parte de las miradas de miles de japonenes que acuden a sacarse fotos, la atención mundial. Y es que gracias a ella, nadie sabe nada de su hermanita pequeña francesa. Bueno vale, quizás exagero. Esta anecdotilla la decían en La Búsqueda 2: Ya es de dominio popular. Pero dispuesto y fiel a hacer honor a la historia más olvidada, hablo hoy de una rival suya abandonada en una campa.
Hoy hablamos de la estatua llamada Madre Rusia. Como su propio nombre indica, si, está en Rusia, concretamente en Volvogrado.
De momento vamos mal ¿Quién conoce Volvogrado? Nadie. Pero si hablamos de Leningrado o Stalingrado ya nos va pitando el oído.
La ciudad de Xgrado (pon donde esté la X el nombre que quieras) está rodeada por la colina Mamáyev Kurgán. Sobre ella, encontramos a una mujer gigante que blande una espada de acero desafiante protegiendo la ciudad. ¡Como para intentar acercarte! Lejos de haber sido construida como atracción turística, la historia de la mujer nos lleva a la batalla de Stalingrado de 1942. Los rusos, mas enfadados que un niño al que le hayas prometido un caramelo y luego le hayas negado con una patada (véase reparto de Polonia) sabían que los Nazis avanzaban hacia la ciudad con intención de meterle a Stalin él bigote pol culo. Con el objetivo de evitar esto, pronto hicieron de la colina ya nombrada un punto estratégico de defensa. Colocando alambradas, trincheras y calcetines sudados (LO PEOR) intentaron defender la colina. Los nazis finalmente, pasando por encima de los calcetines con cuidado de no pisarlos (dos soldados los pisaron y se les amputó el pie para evitar el mal olor pinrrenil entre los hombres), conquistaron la colina. Seguidamente, los rusos la volvieron a conquistar, para ser arrebatada otra vez por los nazis. Vamos, que la colina cambió tanto de mano que decidieron dejar un mástil con las dos banderas para no tener que andar cambiando cada dos por tres.
Finalmente los alemanes se rindieron por falta de serruchos para cortar sus miembros gangrenados. Los rusos tenían planeado hacer lo mismo, pero viendo la deshonra de sus enemigos, se metieron la camisa por dentro y se hicieron los dignos.
Así la p. colina fue tomada de una vez, llena de bujeros, cráteres y muertos (nadie especifica a quien le tocó limpiarlos). Para conmemorar el tremendo marrón que allí había ocurrido, el gobierno ruso, no contento con haber cambiado el nombre de la ciudad, mandó construir una estatua. Si, le dio la venada y en el 59 se comenzaron las obras. Si os las estáis imaginando, recordad que en la unión soviética los viejos quejicas no existían (o al menos, no mucho tiempo).
En tan solo ocho años se acabaron y quitándole el típico mantelito de cubrir cosas (en este caso un MANTELÓN) se inauguró.
La estatua representa a la madre Rusia, símbolo de uno de los países mas jodidos del mundo. Para dejar bien clarito que con comunismo Rusia no es que fuese a mejorar mucho, la estatua, de 85 metros (el doble de su rival americana) representa a una mujer con mirada de mala leche y una espada rebana-cojones de 33 metros y 14 toneladas. A su espalda está la ciudad, como símbolo de “como se te ocurra algo, lo mismo coge la señora y te manda de un espadazo a Siberia”.
Como vemos, a pesar de ser más espectacular que su rival americana (que está ahí, de pie viendo llover, mientras que la rusa tiene movimiento, dinamismo, mala baba…), es menos conocida. Es lógico, teniendo en cuenta que todo lo que oliese a Ruso de Alemania para aquí estaba más que prohibido. De hecho, su entrada en Wikipedia no tiene ni foto, mientras que el extenso artículo sobre la estatua de la libertad llenaría lo menos ocho folletines informativos.
Pero no es el único caso de grandes monumentos comunistas olvidados. Una muy similar es la estatua de la madre patria de Kiev, casi el triple de la estatua de la libertad. O que decir tiene de “El obrero y la Koljosiana” una provocativa estatua de hierro colocada en la exposición universal del 36 en el pabellón Ruso, apuntando directa y amenazadoramente al pabellón Alemán.
Hombre, yo prefiero que las obras monumentales representen hechos como el amor, la paz o la afición a comer cacahuetes, pero bueno, tampoco es que la preciada estatua de la libertad represente algo distinto a sus rivales rusas No hay que olvidar que EEUU está construido como la casa de Poltergeist, sobre un cementerio indio.
Para estatuas, yo me quedo con la de Molly Maloon, irlandesa, de apenas dos metros, dedicada a una pescadera famosa. ¡Eso o la amenazante madre Rusia!
¡Dobleplusbueno por la Madre Rusia!
sábado, 22 de octubre de 2011
Historias horribles
Cerrad las enciclopedias (o vamos, cerrad la pestaña de wikipedia en vuestros ordenadores), hoy no voy a hablaros de ningún hecho histórico remarcable (en realidad, es lo que suelo hacer últimamente), sino que voy a dedicar mi tiempo a hablar sobre OTRO (a pesar de que no os lo creáis, existen otros sitios que hablan de historia) sitio donde podéis informaros sobre los hechos más absurdos, curiosos o “gores” de la historia.
No hace mucho, buscando información sobre el imperio Británico, me encontré con un video de la BBC. Supuse que sería otro documental de estos en los que se habla un inglés aglutinao que no lo entiende ni el Shakespeare. Pero, lejos de esto, me encontré un video bastante gracioso sobre cómo había crecido el imperio Británico, contado como si se tratase de un parte meteorológico. Descubrí que este video era parte de un programa de la BBC, llamado Horribles Histories (historias horribles para los poco dotados en inglés y personas de más de 120 años que hayan dando Sánscrito en el cole).
Mirando en la wikipedia inglesa, descubrí que la empresa de Horribles Histories lleva ya 20 años y que no solo tiene ese programilla en la BBC, sino también una buena serie de libros, canciones e incluso videojuegos. Todo un chollo para aquellos que quieran aprender partiéndose la caja y practicar una de las cruces de España: El atragantado inglés
En palabras de su creador: “Con Horrible Histories quiero que los niños piensen como la gente se sentía en determinados momentos de la historia y también que consideren que es lo que se esperaban”
Para acabar con esta breve entrada, el enlace a la página web (os van a poner muchas pegas para entrar por no ser ingleses), algunas portadas de los libros y el plato fuerte, una de las canciones, traducidas por el menda en exclusiva para los lectores de este blog. Trata sobre el imperio Británico y todas las guerras en las que estuvo metido para poder ser el mayor imperio del mundo ¡Disfrutadla!
Página de Horribles Histories
Canción "Cosas británicas"
Victoria: Me encanta ser una reina británica
No hace mucho, buscando información sobre el imperio Británico, me encontré con un video de la BBC. Supuse que sería otro documental de estos en los que se habla un inglés aglutinao que no lo entiende ni el Shakespeare. Pero, lejos de esto, me encontré un video bastante gracioso sobre cómo había crecido el imperio Británico, contado como si se tratase de un parte meteorológico. Descubrí que este video era parte de un programa de la BBC, llamado Horribles Histories (historias horribles para los poco dotados en inglés y personas de más de 120 años que hayan dando Sánscrito en el cole).
Mirando en la wikipedia inglesa, descubrí que la empresa de Horribles Histories lleva ya 20 años y que no solo tiene ese programilla en la BBC, sino también una buena serie de libros, canciones e incluso videojuegos. Todo un chollo para aquellos que quieran aprender partiéndose la caja y practicar una de las cruces de España: El atragantado inglés
En palabras de su creador: “Con Horrible Histories quiero que los niños piensen como la gente se sentía en determinados momentos de la historia y también que consideren que es lo que se esperaban”
Para acabar con esta breve entrada, el enlace a la página web (os van a poner muchas pegas para entrar por no ser ingleses), algunas portadas de los libros y el plato fuerte, una de las canciones, traducidas por el menda en exclusiva para los lectores de este blog. Trata sobre el imperio Británico y todas las guerras en las que estuvo metido para poder ser el mayor imperio del mundo ¡Disfrutadla!
Página de Horribles Histories
Canción "Cosas británicas"
Victoria: Me encanta ser una reina británica
Yo soy Victoria, ya lo ves.
¿Dónde está mi sirviente británicocon mi británica taza de té?
Sirviente: El té no es Británico, majestad
de India fue traído
Si, por una taza cientos murieron,
y muchas guerras fueron luchadas
Victoria : Cosas Británicas, mis cosas británicas
Parece que el té NO lo es
Cosas Británicas, mis cosas británicas
Sirviente: ¿Puedo azucararlo, un poco?
Victoria: ¿Me dices que el azúcar es británico?
Sirviente: No, es caribeño, importado
por el azúcar de su taza de té la esclavitud se ha mantenido.
Sé que está mal su majestad
Pero los esclavos en áfrica trabajan duro
en plantaciones de azúcar para azucararos la taza
Victoria: Cosas Británicas
Los dos: Nuestras cosas británicas
Victoria: Creía que había muchas
Los dos: Cosas Británicas, Nuestras cosas británicas
Sirviente: Me temo que no son tantas…
¿Sabe, sus chalecos de algodón británico...?
Victoria: ¿Qué les pasa, explíquese?
Sirviente: El algodón es americano recogido por…
Victoria: esclavos también
Sirviente: Su imperio está construido en violentas guerras
Así crecen los fondos
Sus objetos británicos son de fuera y,
han sido francamente, robados
Victoria: ¿Y ahora qué?
¡Desembucha, ya!
Sirviente: Nuestra majestad es de fuera también
Victoria: Es cierto, soy una extranjera decente,
Sirviente: ¿Y su marido Alberto?
Victoria: ¡Un alemán excelente!
Por lo menos tengo un nombre inglés
Sirviente: Victoria es latino
Victoria: ¡Cállese!
Los dos: Cosas Británicas, Cosas Británicas
Victoria: ¡No hay nada que declarar!
Sirviente: Todas nuestras cosas favoritas
Los dos: Vienen de todas partes
Etiquetas:
british things,
cosas británicas,
historias horribles,
horrible histories
miércoles, 17 de agosto de 2011
Yo ho Yo ho un gran pirata soy
Siguiendo con este descanso veraniego del “De pe a pa”, hoy hablo de una temática que los veranos reexplotan cada año. Me refiero a la temática pirata. Siempre de es de agradecer ver chiringuitos por la tele en la que el barman lleva un parche o donde ondea un Rolly Roger, que es la famosa banderita pirata de la calavera y los huesos, la cual, al igual que la Union Jack británica, es una de las muchas banderas con nombre propio. De esta además se han hecho muchas versiones (como si de una canción de los Beatles se tratase), algunas simples, sustituyendo las tibias por espadas o mas complicadas, como la de Edward Teach, o Barbanegra para los amigos, en la cual un diablo arponea un corazón.
Ya me veis, empezando ya a divagar antes siquiera de acabar la introducción.
En fin, este artículo va de piratas, así que saca el grog de la bodega, enséñale al loro a decir alguna grosería y ponte el tricornio que vamos a hablar de la piratería caribeña desde un punto histórico.
Ante todo ¿Es acertado llamar a todos los que llevan un pañuelo, un loro y una pata de palo, pirata?
Bueno, en realidad si fueses un marinero y vieses tu barco abordado por un ejercito de tullidos barbudos y borrachos, bien podrías cagarla diciendo “¡Nos atacan los piratas!”, ya que había mas de un tipo de ladrón de barcos en el mar caribe de entre los siglos XVI y XVIII (paraíso dorado de la piratería).
Esos asaltantes bien podrían ser piratas, eso si, siempre y cuando, fueran los marineros de un barco independiente de cualquier estado y cometieran sus pillajes en aguas de dominio internacional (vamos, allá donde los guardacostas no llegan por vagancia). Si ese fuese el caso, te estaría atacando un pirata. Pero, si por el contrario, te estuviera atacando un barco cuyo capitán fuese pulcramente vestido y llevase una banderita en su mástil (que no fuera la Rolly Roger, OBVIAMENTE), deberías gritar “¡Nos atacan los corsarios!”. Estos son esos tipejos tan majos que los monarcas europeos los dejaban pulular por el mar caribe atacando los barcos de sus enemigos. Es como si a tu vecino, el cual pone muy alta la música a las doce de la noche, le envías un mono borracho con una navaja: ¡Mas le vale andarse con cuidado! A parte de la putada que le podía suponer a los reyes perder sus buques, al gobernante que había mandado a los corsarios le correspondía un porcentaje de lo incautado, que normalmente solían ser mercancías (no creo que consideraran bien incautado un barco, ya que sino habría que sacar las reglas y entregar a la tripulación tal parte del casco y medio timón).
Estos hombres que con todas las de la ley, organizaban matanzas, conseguían la legalidad con una cosita llamada patente de corso (la cual la debió de inventar algún habitante de Córcega), de ahí el corsario.
Para que veamos las diferencias entre un pirata y un corsario, tomemos un ejemplo de corsario y comparémoslo con la tradicional imagen del pirata. Un corsario notable fue Francis Drake, o mejor dicho SIR Francis Drake, ya que, tras trabajar al mando de su graciosa majestad de Inglaterra, se le otorgó el título de sir. A diferencia del piojoso borracho en ron que nos estaremos imaginando, si vemos el retrato de abajo, veremos, para empezar, que muy piojoso no podría ser si le pintaban retratos y para seguir, que vestía incluso mejor que el mismísimo Colón o Magallanes. Todo un hombre de fortuna ganada a pulso, o mejor dicho, a punta de pistola. Bueno, no todo lo que hacía ilegal, también vendí esclavos (legal si, en el siglo XVI) o la venta de especies o demás productos que los colonos del caribe agradecían. Si es que es un santo el hombre: Ayuda a su país y salva a los pobres negritos de perecer a manos de su propia tribu (excusa que utilizaba para meter en la bodega a un gran número de incautos).
En realidad, la historia ha hecho difícil encontrar piratas como tal, ya que todos en un momento u otro vivieron bajo la protección de un país u otro (barbanegra llegó a comer con el gobernador, el cual encontró muy poco propio que le mirase el escote a todas las mujeres de la mesa). En realidad hubo muchos ladrones marinos que operaban en solitario, siendo piratas como tal, pero, lógicamente, han vivido a la sombra de los que se vieron protegidos por una potencia europea. Como dice la frase: “La historia la escriben los vencedores”. Por eso son mas famosos los nombres de aquellos corsarios que colaboraron a tomar ciudades y a hundir barcos enemigos durante guerras y demás piques entre países. ¡Si Francis Drake tiene hasta una estatua!
Volviendo ahora a catalogación de maleantes marinos, si viendo las perspectivas tan negativas que brindaba el mar, te declinabas por vivir en una tranquila colonia caribeña (eso si, si te librabas de currar en las plantaciones de algodón), podías darte con un canto en los dientes al encontrarte con los amigables Filibusteros. Al igual que con los Pokemon, había piratas de tierra y de agua. Bueno, en teoría todos iban en barco, pero algunos se limitaban a rodar las costas de diversas islas para, de vez en cuando, atacar alguna que otra población. Por eso a los piratas de pesca de bajura, por así decirlo, se les consideraba Filibusteros, los cuales tenían a su vez diversos campamentos, como ela famosa ciudad de la Isla de La Tortuga.
Pero si entre todos los Filibusteros te encontrases con un grupo variopinto de franceses y españoles que oliesen a carne ahumada es porque tu ciudad se estaba viendo invadida por Bucaneros. Pero, a diferencia de lo que se cree, los bucaneros no eran malas personas. Como dice la canción: “Era malo por que el mundo lo hizo así, porque nadie lo ha tratado con amor…”. Los bucaneros, en su origen, no eran más que una tranquila banda de colonos franceses y demás Garibaldis, criadores de ganado que siendo grandes emprendedores, se instalaron en la parte despoblada de la Hispaniola, donde ahumaban la carne conseguida (o bucanear) y luego la vendían a los barcos que pasaban por ahí. El problema fue cuando los Españoles invadieron los territorios bucaneros, por lo cual, tras sufrir además severas restricciones y perder toda posibilidad de hacerse con mas vacas, Joe el brasas y el resto de sus amigos ahumadores metieron dos mudas en la mochila y se trasladaron a la isla de Tortuga, a vivir con los alegres Filibusteros. Allí convivieron con su singular estilo de vida sin normas (al contrario que los Filibusteros, los cuales tenían un curioso sistema de conducta), hasta que finalmente dejaron el negocio de la carne y se colgaron el loro al hombro para asaltar ciudades como si de otros ladrones de mar se tratasen.
Como vemos, en alta mar te podías encontrar con todo tipo de simpáticos ladrones con las mas diversas maneras y nombres, eso si, todos igual de joputas.
Donde se les encontraba
Aclaremos otro punto. Como hemos visto, estos perros sarnosos tenían bases en tierra donde repostar, beber y gastarse la paga y el botín en algún burdel, como la Isla de la Tortuga. Eso de Tortuga, la base más famosa de los piratas… PERDÓN, Filibusteros y bucaneros (que con tanto nombre es normal hacerse la picha un lío y acabar por meter a todos en la misma saca). Volviendo a lo de antes, eso de Tortuga está muy bien. Todos los que hayamos visto una de piratas podemos saber dos o tres tonterías de la isla, pero lo que muchos no saben es que lejos de ser una ciudad de mala muerte, como nos hacen creer las películas de Disney, se trataba más bien de una ciudad con mucha preparación y principios comunistas…
La dichosa isla se localiza xactamente al noroeste de Haiti. Descubierta por el amiguete Colón, fue nombrada así a raíz de la forma de una de sus montañas. La isla en sí, es un buen punto estratégico. Difícil de asediar y fácil de defender, llena de playas inaccesibles, es todo un bastión. Como ya he dicho, los Filibusteros y más tarde los Bucaneros, atosigados por los aguafiestas de los españoles, buscaron refugio en la isla, donde descubrieron su cómoda defensa. Lo que en un principio fue un campamento de mala muerte pronto se proclamó base internacional de piratas, gobernada por la rimbombante Cofradía de los hermanos de la costa, una especie de atisbo comunista ya por el siglo XVII, formada por los Filibusteros y Bucaneros que allí se habían asentado.
Intentado eliminar todo atisbo de odio, crearon una serie de leyes, que mira tu por donde, no se molestaron en escribir en ningún lado. Si hubieran aprendido algo de las Glosas Silenses… O quizás es que Marx destruyera estos documentos al descubrir irritado que ya se le habían adelantado. En cualquier caso, La Cofradía tenía normas tan curiosas como: No odiar a nadie por su nacionalidad o religión (¡Que fácil es decir y que difícil cumplir!), no permitirse la propiedad privada (Y no por socialismos ni leches, sino mas bien por ahorrarse problemas con los ocupas y demás líos), restringirse el paso a mujeres blancas libes (para evitar disputas, aunque se permitiesen mujeres negras para evitar motines por no haber mojado en varios meses…) y sobre todo eso, lo mas cojonudo, es que sobre todo eso imperaba una regla muy curiosa que decía: “No hay obligaciones ni castigos”. ¡Venga, la primera norma es que no hay normas, di que si! Además, solidarios con los hombres tullidos, esos perros salvajes con patas de palo, ojos a la virulé y garfios en vez de manos para descorchar muy bien el vino, se otorgaba una serie de ayudas económicas en función del miembro perdido. Yo me lo imagino como un mercado de valores: “¡Que bajan los ojos, van a subir los garfios!”.
A esta alegre ciudad de concertinas y borracheras de ron a las dos del mediodía, pronto empezaron a sumarse hombres deseosos de fortuna que ansiaban ganar pasta y rápido por medio de vías no legales (se podían equiparar a los concursantes de Gran hermano de hoy en día). Poco a poco la islita se fue llenando de libertinos y demás anárquicos.
Sin embargo, muchas potencias europeas, intentando ganarse el favor de los filibusteros, intentaron hacerse con el control de la isla, como Francia y España, las cuales se dieron de tortas por a ver quien se quedaba con la panda de borrachos para enviarlos con una navaja a atacar al vecino. Principalmente Francia tuvo el control de la isla, enriqueciendo a sus gobernadores, los cuales eran más corruptos que Camps, recibiendo un porcentaje de lo que llegaba a la isla.
Pero es esto de los paraísos piratas alguna novedad. ¡Ni mucho menos! Las hay a porrillo, desde Libertalia, en Madagascar, hasta la tardía Joló en Asia.
Podemos ya apreciar que Hollywood ha hecho mucho daño a la historia y entre los afectados, se encuentra la historia de los simpáticos piratas (con lo majos que eran…).
Pero ya para acabar con este artículo, que se alargado mas de lo que pensaba (Si es que me pongo a escuchar el “Drunken Sailor” y no hay quien me pare desvariando sobre los piratas), haré una breve lista de errores populares a la hora de hablar de piratas:
-Los piratas no solían utilizar barcos de gran tamaño, al contrario de lo que se cree. Lo más común era que prefirieran barcos rápidos y manejables, desechando por lo tanto los buques de guerra y ahora veremos porque. Les interesaba más tener una huída fácil y suficiente espacio en la bodega para lo que robaban. Además, si atacaban cerca de la costa, preferían atraer a los grandes acorzados de la armada hacia las simpáticas rocas, las cuales esquivaban con mucha facilidad. Sin embargo, un barco del tamaño de un avión, como es de entender, no puede virar con mucha facilidad. Es como si un camión cisterna intentase perseguir a un mini en las calles de una ciudad: La hostia está asegurada. Una vez los imbéciles militares se hubieran cargado el casco contra un peñasco, los del mini se lanzaban al ataque aprovechando el caos. Una vez hubieran pasado por machete a la tripulación y se hubieran llevado lo que quisieran, dejaban al agua hacer su trabajo y ver como los cojo-barcos se hundían como el Titanic.
-Los piratas no eran grandes pistoleros. Como por aquel entonces, la recarga era muy incómoda, solo solían disparar una vez y el resto del tiempo usar la culata como cachiporra, la cual pesaba lo suyo.
-El mito del tesoro enterrado era apenas cierto. Se conocen muy pocos casos en lo que esto haya ocurrido, principalmente porque los piratas no solían robar oro ni joyas, sino mas bien mercancías como el tabaco, las especias o demás artículos exóticos. El que si que lo enterró fue el Capitán Kidd, el cual lo escondió para no ser juzgado por ello, ya que había roto sus patentes de corso al atacar un barco inglés. Al ser encontrado su oro, se le juzgo y colgó.
En fin, creo que con este macro-artículo os dejo bien surtidos estos días de verano. Ahora sois un poco más listos y así, la próxima vez que veáis Piratas del Caribe, os podéis tirar la peli haciendo comentarios, lo cual os dará un toque mas pirata, porque seguro que al amigo al que le hayas dado la brasa te pondrá un ojo morado y te obligará a usar parche una semana.
¡Buen verano malandriles!
Ya me veis, empezando ya a divagar antes siquiera de acabar la introducción.
En fin, este artículo va de piratas, así que saca el grog de la bodega, enséñale al loro a decir alguna grosería y ponte el tricornio que vamos a hablar de la piratería caribeña desde un punto histórico.
Ante todo ¿Es acertado llamar a todos los que llevan un pañuelo, un loro y una pata de palo, pirata?
Bueno, en realidad si fueses un marinero y vieses tu barco abordado por un ejercito de tullidos barbudos y borrachos, bien podrías cagarla diciendo “¡Nos atacan los piratas!”, ya que había mas de un tipo de ladrón de barcos en el mar caribe de entre los siglos XVI y XVIII (paraíso dorado de la piratería).
Esos asaltantes bien podrían ser piratas, eso si, siempre y cuando, fueran los marineros de un barco independiente de cualquier estado y cometieran sus pillajes en aguas de dominio internacional (vamos, allá donde los guardacostas no llegan por vagancia). Si ese fuese el caso, te estaría atacando un pirata. Pero, si por el contrario, te estuviera atacando un barco cuyo capitán fuese pulcramente vestido y llevase una banderita en su mástil (que no fuera la Rolly Roger, OBVIAMENTE), deberías gritar “¡Nos atacan los corsarios!”. Estos son esos tipejos tan majos que los monarcas europeos los dejaban pulular por el mar caribe atacando los barcos de sus enemigos. Es como si a tu vecino, el cual pone muy alta la música a las doce de la noche, le envías un mono borracho con una navaja: ¡Mas le vale andarse con cuidado! A parte de la putada que le podía suponer a los reyes perder sus buques, al gobernante que había mandado a los corsarios le correspondía un porcentaje de lo incautado, que normalmente solían ser mercancías (no creo que consideraran bien incautado un barco, ya que sino habría que sacar las reglas y entregar a la tripulación tal parte del casco y medio timón).
Estos hombres que con todas las de la ley, organizaban matanzas, conseguían la legalidad con una cosita llamada patente de corso (la cual la debió de inventar algún habitante de Córcega), de ahí el corsario.
Para que veamos las diferencias entre un pirata y un corsario, tomemos un ejemplo de corsario y comparémoslo con la tradicional imagen del pirata. Un corsario notable fue Francis Drake, o mejor dicho SIR Francis Drake, ya que, tras trabajar al mando de su graciosa majestad de Inglaterra, se le otorgó el título de sir. A diferencia del piojoso borracho en ron que nos estaremos imaginando, si vemos el retrato de abajo, veremos, para empezar, que muy piojoso no podría ser si le pintaban retratos y para seguir, que vestía incluso mejor que el mismísimo Colón o Magallanes. Todo un hombre de fortuna ganada a pulso, o mejor dicho, a punta de pistola. Bueno, no todo lo que hacía ilegal, también vendí esclavos (legal si, en el siglo XVI) o la venta de especies o demás productos que los colonos del caribe agradecían. Si es que es un santo el hombre: Ayuda a su país y salva a los pobres negritos de perecer a manos de su propia tribu (excusa que utilizaba para meter en la bodega a un gran número de incautos).
En realidad, la historia ha hecho difícil encontrar piratas como tal, ya que todos en un momento u otro vivieron bajo la protección de un país u otro (barbanegra llegó a comer con el gobernador, el cual encontró muy poco propio que le mirase el escote a todas las mujeres de la mesa). En realidad hubo muchos ladrones marinos que operaban en solitario, siendo piratas como tal, pero, lógicamente, han vivido a la sombra de los que se vieron protegidos por una potencia europea. Como dice la frase: “La historia la escriben los vencedores”. Por eso son mas famosos los nombres de aquellos corsarios que colaboraron a tomar ciudades y a hundir barcos enemigos durante guerras y demás piques entre países. ¡Si Francis Drake tiene hasta una estatua!
Volviendo ahora a catalogación de maleantes marinos, si viendo las perspectivas tan negativas que brindaba el mar, te declinabas por vivir en una tranquila colonia caribeña (eso si, si te librabas de currar en las plantaciones de algodón), podías darte con un canto en los dientes al encontrarte con los amigables Filibusteros. Al igual que con los Pokemon, había piratas de tierra y de agua. Bueno, en teoría todos iban en barco, pero algunos se limitaban a rodar las costas de diversas islas para, de vez en cuando, atacar alguna que otra población. Por eso a los piratas de pesca de bajura, por así decirlo, se les consideraba Filibusteros, los cuales tenían a su vez diversos campamentos, como ela famosa ciudad de la Isla de La Tortuga.
Pero si entre todos los Filibusteros te encontrases con un grupo variopinto de franceses y españoles que oliesen a carne ahumada es porque tu ciudad se estaba viendo invadida por Bucaneros. Pero, a diferencia de lo que se cree, los bucaneros no eran malas personas. Como dice la canción: “Era malo por que el mundo lo hizo así, porque nadie lo ha tratado con amor…”. Los bucaneros, en su origen, no eran más que una tranquila banda de colonos franceses y demás Garibaldis, criadores de ganado que siendo grandes emprendedores, se instalaron en la parte despoblada de la Hispaniola, donde ahumaban la carne conseguida (o bucanear) y luego la vendían a los barcos que pasaban por ahí. El problema fue cuando los Españoles invadieron los territorios bucaneros, por lo cual, tras sufrir además severas restricciones y perder toda posibilidad de hacerse con mas vacas, Joe el brasas y el resto de sus amigos ahumadores metieron dos mudas en la mochila y se trasladaron a la isla de Tortuga, a vivir con los alegres Filibusteros. Allí convivieron con su singular estilo de vida sin normas (al contrario que los Filibusteros, los cuales tenían un curioso sistema de conducta), hasta que finalmente dejaron el negocio de la carne y se colgaron el loro al hombro para asaltar ciudades como si de otros ladrones de mar se tratasen.
Como vemos, en alta mar te podías encontrar con todo tipo de simpáticos ladrones con las mas diversas maneras y nombres, eso si, todos igual de joputas.
Donde se les encontraba
Aclaremos otro punto. Como hemos visto, estos perros sarnosos tenían bases en tierra donde repostar, beber y gastarse la paga y el botín en algún burdel, como la Isla de la Tortuga. Eso de Tortuga, la base más famosa de los piratas… PERDÓN, Filibusteros y bucaneros (que con tanto nombre es normal hacerse la picha un lío y acabar por meter a todos en la misma saca). Volviendo a lo de antes, eso de Tortuga está muy bien. Todos los que hayamos visto una de piratas podemos saber dos o tres tonterías de la isla, pero lo que muchos no saben es que lejos de ser una ciudad de mala muerte, como nos hacen creer las películas de Disney, se trataba más bien de una ciudad con mucha preparación y principios comunistas…
La dichosa isla se localiza xactamente al noroeste de Haiti. Descubierta por el amiguete Colón, fue nombrada así a raíz de la forma de una de sus montañas. La isla en sí, es un buen punto estratégico. Difícil de asediar y fácil de defender, llena de playas inaccesibles, es todo un bastión. Como ya he dicho, los Filibusteros y más tarde los Bucaneros, atosigados por los aguafiestas de los españoles, buscaron refugio en la isla, donde descubrieron su cómoda defensa. Lo que en un principio fue un campamento de mala muerte pronto se proclamó base internacional de piratas, gobernada por la rimbombante Cofradía de los hermanos de la costa, una especie de atisbo comunista ya por el siglo XVII, formada por los Filibusteros y Bucaneros que allí se habían asentado.
Intentado eliminar todo atisbo de odio, crearon una serie de leyes, que mira tu por donde, no se molestaron en escribir en ningún lado. Si hubieran aprendido algo de las Glosas Silenses… O quizás es que Marx destruyera estos documentos al descubrir irritado que ya se le habían adelantado. En cualquier caso, La Cofradía tenía normas tan curiosas como: No odiar a nadie por su nacionalidad o religión (¡Que fácil es decir y que difícil cumplir!), no permitirse la propiedad privada (Y no por socialismos ni leches, sino mas bien por ahorrarse problemas con los ocupas y demás líos), restringirse el paso a mujeres blancas libes (para evitar disputas, aunque se permitiesen mujeres negras para evitar motines por no haber mojado en varios meses…) y sobre todo eso, lo mas cojonudo, es que sobre todo eso imperaba una regla muy curiosa que decía: “No hay obligaciones ni castigos”. ¡Venga, la primera norma es que no hay normas, di que si! Además, solidarios con los hombres tullidos, esos perros salvajes con patas de palo, ojos a la virulé y garfios en vez de manos para descorchar muy bien el vino, se otorgaba una serie de ayudas económicas en función del miembro perdido. Yo me lo imagino como un mercado de valores: “¡Que bajan los ojos, van a subir los garfios!”.
A esta alegre ciudad de concertinas y borracheras de ron a las dos del mediodía, pronto empezaron a sumarse hombres deseosos de fortuna que ansiaban ganar pasta y rápido por medio de vías no legales (se podían equiparar a los concursantes de Gran hermano de hoy en día). Poco a poco la islita se fue llenando de libertinos y demás anárquicos.
Sin embargo, muchas potencias europeas, intentando ganarse el favor de los filibusteros, intentaron hacerse con el control de la isla, como Francia y España, las cuales se dieron de tortas por a ver quien se quedaba con la panda de borrachos para enviarlos con una navaja a atacar al vecino. Principalmente Francia tuvo el control de la isla, enriqueciendo a sus gobernadores, los cuales eran más corruptos que Camps, recibiendo un porcentaje de lo que llegaba a la isla.
Pero es esto de los paraísos piratas alguna novedad. ¡Ni mucho menos! Las hay a porrillo, desde Libertalia, en Madagascar, hasta la tardía Joló en Asia.
Podemos ya apreciar que Hollywood ha hecho mucho daño a la historia y entre los afectados, se encuentra la historia de los simpáticos piratas (con lo majos que eran…).
Pero ya para acabar con este artículo, que se alargado mas de lo que pensaba (Si es que me pongo a escuchar el “Drunken Sailor” y no hay quien me pare desvariando sobre los piratas), haré una breve lista de errores populares a la hora de hablar de piratas:
-Los piratas no solían utilizar barcos de gran tamaño, al contrario de lo que se cree. Lo más común era que prefirieran barcos rápidos y manejables, desechando por lo tanto los buques de guerra y ahora veremos porque. Les interesaba más tener una huída fácil y suficiente espacio en la bodega para lo que robaban. Además, si atacaban cerca de la costa, preferían atraer a los grandes acorzados de la armada hacia las simpáticas rocas, las cuales esquivaban con mucha facilidad. Sin embargo, un barco del tamaño de un avión, como es de entender, no puede virar con mucha facilidad. Es como si un camión cisterna intentase perseguir a un mini en las calles de una ciudad: La hostia está asegurada. Una vez los imbéciles militares se hubieran cargado el casco contra un peñasco, los del mini se lanzaban al ataque aprovechando el caos. Una vez hubieran pasado por machete a la tripulación y se hubieran llevado lo que quisieran, dejaban al agua hacer su trabajo y ver como los cojo-barcos se hundían como el Titanic.
-Los piratas no eran grandes pistoleros. Como por aquel entonces, la recarga era muy incómoda, solo solían disparar una vez y el resto del tiempo usar la culata como cachiporra, la cual pesaba lo suyo.
-El mito del tesoro enterrado era apenas cierto. Se conocen muy pocos casos en lo que esto haya ocurrido, principalmente porque los piratas no solían robar oro ni joyas, sino mas bien mercancías como el tabaco, las especias o demás artículos exóticos. El que si que lo enterró fue el Capitán Kidd, el cual lo escondió para no ser juzgado por ello, ya que había roto sus patentes de corso al atacar un barco inglés. Al ser encontrado su oro, se le juzgo y colgó.
En fin, creo que con este macro-artículo os dejo bien surtidos estos días de verano. Ahora sois un poco más listos y así, la próxima vez que veáis Piratas del Caribe, os podéis tirar la peli haciendo comentarios, lo cual os dará un toque mas pirata, porque seguro que al amigo al que le hayas dado la brasa te pondrá un ojo morado y te obligará a usar parche una semana.
¡Buen verano malandriles!
miércoles, 15 de junio de 2011
La he liao parda
"Mire capitán, fuegos artificiales"
Aquí una foto de uno de los pesqueros bombardeado
Entre las costas británicas y ese saliente llamado Dinamarca asoma por encima de la superficie un banco de arena (que no es un sitio donde los peces hacen sus ingresos, sino una acumulación de arena en medio del mar). Este es conocido como el Banco Dogger o en inglés el Dogger Bank (bicaus gü espik inglis), famoso lugar donde los pesqueros ingleses practican la pesca de arrastre.
¿Pero qué interés histórico tiene un sitio lleno de arena en mitad del mar del norte?
Nos vamos a 1904. Se oyen explosiones por el inmenso océano pacífico. Y no, no son fuegos artificiales en honor a la paz, precisamente. De lo que se trata es de la guerra Ruso-Japonesa, que estaba sucediendo por esos lares. Por si no sabes mucho de esta guerra, te diré que no tiene nada de particular: Es estúpida, está ocasionada por unos territorios perdidos por ahí y los soldados llevan gorra (nada del otro mundo en el ámbito militar).
Lo que tampoco tiene nada de nuevo en el panorama bombero (de las bombas, entiéndase) es la intervención de un porrón de países extranjeros. Eso si, de guerra abierta ná: Lo que hacían eran enviar barcos, batallones y latas y latas de atún al bando Japonés. Si alguien preguntaba, no estaban en guerra, estaban “ayudando” (a pesar de que esas ayudas hicieran a Japón ganar la guerra). ¿Pero porqué a Japón, un amargado país que había cerrado sus fronteras durante varios siglos, y no a los simpáticos y majetes rusos, esos que son tan tontos como para no sublevarse nunca? Pues porque eso de que Rusia controlase casi todo Asia no pintaba mu bien que se diga, y claro, cuando se puede putear a tu vecino para que no crezca demasiado, sin mancharse del todo las manos y encima ganando un aliado, se olvidan todos los favores que el vecino te ha hecho.
Pero entrando ya en harina (No marcharse, que ahora es donde aparece el Dogger Bank), nos vamos al Mar del norte de 1904.
Pasando por allí iba el almirante ruso Rozhestvensky (rusos, no esperes que tengan nombres fáciles de recordar),bajo cuyo mando se hallaba na mas y na menos que la gran y genuina flota báltica rusa, la cual tenía la orden de atravesar medio mundo para atacar a los japoneses con motivo de la guerra Ruso-Japonesa (que no que no, no es un Dejavú, es de lo que hemos hablado antes). La flota báltica rusa no es que fuese precisamente el orgullo de Rusia. El barco que no iba a pedales (eso del vapor no acababa de cuajar) tenía el casco pegado con esparadrapo. Solo había que ver la tripulación que la manejaba: O bien se meaban encima cada vez que veían un barco pensando que eran los “japonenes” (al más puro estilo veterano del Vietnam)o bien jugaban a pasarse los obuses hasta que se les caían al suelo. Y que decir tiene del almirante Rozhestvensky, al cual le llamaban “Perro Loco” ( y no, no creo que sea por su don de gentes, precisamente).
Como vemos, las cafeteras flotantes que Perro Loco lideraba tenían un peligro del copón, peligro que se hizo latente un frío 21 de Octubre.
Iban los barcos como digo pasando cerca del Dogger Bank, que como recuerdo, es un banco de arena muy popular para la pesca y las actividades familiares de domingo.
Los marineros paranoicos y lerdos miraban alrededor buscando Japonenes, habiendo recibido el chivatazo de que Inglaterra había preparado una suculenta flota de Torpederos para los japos, los cuales los habían ido a recoger hasta Gran Bretaña.
Entre la niebla, el miedo o la estupidez y los rumores, un marinero debió de confundir un pesquero inglés (con sus redes, sus marineros cantando “The Irish Rover” y todo eso) con un torpedero Japonés y dio la voz de alarma. Perro Loco llegó diciendo que como se tratase de otra lata que iba a parar para tirar las bombas su padre. Pero no, aquello era un barco. Acojonau como lo estaba, Perro Loco mandó tirar las bombas.
Lo último que vieron los desdichados marineros de uno de los pesqueros fue un montón de obuses venir silbando. Después de haber hundido un barco y haber matado a unos cuantos marineros uno de los tripulantes se dio cuenta de la cagada.
Haciendo como si nada, la flota rusa pisó a fondo y dejó allí a los ingleses, mas mosqueaos que un gato al que le metes una colleja.
Los marineros, mas que cabreados, informaron del suceso. Inglaterra, con una rabieta descomunal empezó a amenazar con atacar a Rusia (ya que habían ayudado un poco a Japón ¿Por qué no podían meterse directamente en el ajo con una guerra abierta?). Total, que por la chorrada se armó un lio de miiiiiedo.
Por suerte, la cosa se quedó ahí y Reino Unido no atacó a Rusia (quizás por un gran soborno de caviar de beluga o quizás porque mas tarde Rusia y Gran Bretaña fueron aliadas en la primera guerra mundial).
La flota del báltico no se conformó con liarla tan solo una vez, por lo que repitió historia con un pesquero alemán, una goleta francesa y un mercante sueco. Y encima, para terminar de joderla, pasando por el norte de África, cortaron un cable que se había enredado en las hélices que en realidad era el cable que comunicaba Europa con Tánger.
Y lo mejor de todo fue lo siguiente: ¡Rusia perdió la guerra! Quien lo diría con aquellos sabios al timón de un montón de chatarra…
¿Pero qué interés histórico tiene un sitio lleno de arena en mitad del mar del norte?
Nos vamos a 1904. Se oyen explosiones por el inmenso océano pacífico. Y no, no son fuegos artificiales en honor a la paz, precisamente. De lo que se trata es de la guerra Ruso-Japonesa, que estaba sucediendo por esos lares. Por si no sabes mucho de esta guerra, te diré que no tiene nada de particular: Es estúpida, está ocasionada por unos territorios perdidos por ahí y los soldados llevan gorra (nada del otro mundo en el ámbito militar).
Lo que tampoco tiene nada de nuevo en el panorama bombero (de las bombas, entiéndase) es la intervención de un porrón de países extranjeros. Eso si, de guerra abierta ná: Lo que hacían eran enviar barcos, batallones y latas y latas de atún al bando Japonés. Si alguien preguntaba, no estaban en guerra, estaban “ayudando” (a pesar de que esas ayudas hicieran a Japón ganar la guerra). ¿Pero porqué a Japón, un amargado país que había cerrado sus fronteras durante varios siglos, y no a los simpáticos y majetes rusos, esos que son tan tontos como para no sublevarse nunca? Pues porque eso de que Rusia controlase casi todo Asia no pintaba mu bien que se diga, y claro, cuando se puede putear a tu vecino para que no crezca demasiado, sin mancharse del todo las manos y encima ganando un aliado, se olvidan todos los favores que el vecino te ha hecho.
Pero entrando ya en harina (No marcharse, que ahora es donde aparece el Dogger Bank), nos vamos al Mar del norte de 1904.
Pasando por allí iba el almirante ruso Rozhestvensky (rusos, no esperes que tengan nombres fáciles de recordar),bajo cuyo mando se hallaba na mas y na menos que la gran y genuina flota báltica rusa, la cual tenía la orden de atravesar medio mundo para atacar a los japoneses con motivo de la guerra Ruso-Japonesa (que no que no, no es un Dejavú, es de lo que hemos hablado antes). La flota báltica rusa no es que fuese precisamente el orgullo de Rusia. El barco que no iba a pedales (eso del vapor no acababa de cuajar) tenía el casco pegado con esparadrapo. Solo había que ver la tripulación que la manejaba: O bien se meaban encima cada vez que veían un barco pensando que eran los “japonenes” (al más puro estilo veterano del Vietnam)o bien jugaban a pasarse los obuses hasta que se les caían al suelo. Y que decir tiene del almirante Rozhestvensky, al cual le llamaban “Perro Loco” ( y no, no creo que sea por su don de gentes, precisamente).
Como vemos, las cafeteras flotantes que Perro Loco lideraba tenían un peligro del copón, peligro que se hizo latente un frío 21 de Octubre.
Iban los barcos como digo pasando cerca del Dogger Bank, que como recuerdo, es un banco de arena muy popular para la pesca y las actividades familiares de domingo.
Los marineros paranoicos y lerdos miraban alrededor buscando Japonenes, habiendo recibido el chivatazo de que Inglaterra había preparado una suculenta flota de Torpederos para los japos, los cuales los habían ido a recoger hasta Gran Bretaña.
Entre la niebla, el miedo o la estupidez y los rumores, un marinero debió de confundir un pesquero inglés (con sus redes, sus marineros cantando “The Irish Rover” y todo eso) con un torpedero Japonés y dio la voz de alarma. Perro Loco llegó diciendo que como se tratase de otra lata que iba a parar para tirar las bombas su padre. Pero no, aquello era un barco. Acojonau como lo estaba, Perro Loco mandó tirar las bombas.
Lo último que vieron los desdichados marineros de uno de los pesqueros fue un montón de obuses venir silbando. Después de haber hundido un barco y haber matado a unos cuantos marineros uno de los tripulantes se dio cuenta de la cagada.
Haciendo como si nada, la flota rusa pisó a fondo y dejó allí a los ingleses, mas mosqueaos que un gato al que le metes una colleja.
Los marineros, mas que cabreados, informaron del suceso. Inglaterra, con una rabieta descomunal empezó a amenazar con atacar a Rusia (ya que habían ayudado un poco a Japón ¿Por qué no podían meterse directamente en el ajo con una guerra abierta?). Total, que por la chorrada se armó un lio de miiiiiedo.
Por suerte, la cosa se quedó ahí y Reino Unido no atacó a Rusia (quizás por un gran soborno de caviar de beluga o quizás porque mas tarde Rusia y Gran Bretaña fueron aliadas en la primera guerra mundial).
La flota del báltico no se conformó con liarla tan solo una vez, por lo que repitió historia con un pesquero alemán, una goleta francesa y un mercante sueco. Y encima, para terminar de joderla, pasando por el norte de África, cortaron un cable que se había enredado en las hélices que en realidad era el cable que comunicaba Europa con Tánger.
Y lo mejor de todo fue lo siguiente: ¡Rusia perdió la guerra! Quien lo diría con aquellos sabios al timón de un montón de chatarra…
Aquí una foto de uno de los pesqueros bombardeado
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viernes, 6 de mayo de 2011
Como hacer sonar a un trozo de madera con dos antenas
Esta entrada la publico como pequeño “break” en el proyecto “De pe a pa”, así que no te pienses que me he cansado tan rápidamente de él, mal pensao.
¿Quién no conoce la música tecno? ¡Es casi la base de toda la música actual! Desde sus interesantes orígenes con melodías machaconas y repetitivas, como el tema de Beberly Hill Cop, a lo que yo considero la degeneración de la música con el bacalao y el chunda-chunda.
Prácticamente todos los instrumentos que se emplean en la música actual son aparatos eléctricos, a excepción de la batería, cuya versión eléctrica es mucho menos utilizada que la de otros instrumentos, como el piano.
¿Pero cual fue el primer aparato electrónico? ¿La guitarra eléctrica, que ya la tocaba Chuck Berry con su “Jonhhy be good”? No. A pesar de el auge de los aparatos electrógenos sea en 1980, cuando a todos los músicos les dio por trastear con los sintetizadores etc, y de que el primer instrumento electrónico famoso fuese la guitarra rocanrrolera, para encontrar el primer instrumento electrónico de toda la historia debemos remontarnos a 1919.
¿Sorprendido? Eso es normal. ¡¿Quién se iba a esperar que en 1919, cuando el tendido eléctrico estaba en algunas ocasiones para tender los calzoncillos y cuando el telégrafo era el “movil” de la época, surgiera el primer aparato eléctrico?!
El aparato, original de Rusia, perdón, de la URRS (¿Por aquel entonces ya se llamaban así o andarían todavía pensando el nombre?) se llamaba Theremin. Y yo, cuando veo su foto me pregunto ¿Cómo es posible que con esto pueda tocarse Moon River?
¿Sorprendente verdad? ¿Y las notas? ¿Se dan con esas rueditas de la base? ¿Será que no tiene notas y hay que aporrearlo como un cajón?
No, por extraño que parezca, el Theremin se toca, moviendo las manos sobre esa especie de asa y la parte central de la caja. Funciona al emitir un tipo de ondas que se propagan colocando uno las manos sobre el instrumento, en concreto, sobre el asa y a una distancia de la antena esa. Al mover las manos, se altera la frecuencia de estas ondas, lo cual hace que suenen mas grave o mas agudo.
¿Complicado? Eso es normal. En resumen, es como un violonchelo que se controla haciendo los mismos movimientos que realizarías para ahuyentar a una mosca.
¿Pero quien fue el genio con tanto seso y tanto tiempo libre como para engendrar esta idea? Pues nada mas y nada menos que el ruso, o soviético, depende de cómo lo quieras ver, Leon Theremin (Lev Sergeyevich Termen, en ruso).
¡Coño, si tiene el mismo nombre que su instrumento! ¿Será casualidad o tendrá que ver con esa interminable lista de inventores egocéntricos o poco originales poniendo nombres que han hecho lo mismo?
Leon, el cual siempre había amado la música y en concreto el violonchelo,creó su invento en 1919 con la ayuda de unas orejeras que le permitían concentrarse sin escuchar los vivas al comunismo (en la Rusia comunista las campanadas de los relojes se cambiaron por “Viva el poder rojo” ,o eso nos ha hecho creer Holliwood).
Tras exhibirlo por sitios como la Facultad de mecánica, llegó a impresionar tanto al pueblo rojo que hasta el mismísimo Lenin se interesó por su invento (Si, Lenin el de las barbas y la calva, no el de los Simpsons).
Su fama en rusia creció tanto que llegó a conocer a Einstein, a parte de realizar muchas giras europeas y por los estados juntitos.
Tras indagar y trabajar en su invento durante muchos años, Leon murió un día de 1993.
Respecto al Theremin, actualmente lo encontramos en un millar de formatos, pasando desde el clásico de madera al mas minimalista al puro estilo japonés. ¡Hay hasta un kit para construirse un mini Theremin!
Aquí dejó una mini colección de videos de interés:
-Leon Theremin tocando su invento
-Bella interpretación del cisne de Saint Sains en Theremin y piano
-¡Construye un mini theremin en menos de un minuto!
Por eso cada vez que oigáis esos sonidos repetitivos y machacones muy típicos de los ochenta, recordad que deben su base a un inventor mas desconocido que su propio invento.
¿Quién no conoce la música tecno? ¡Es casi la base de toda la música actual! Desde sus interesantes orígenes con melodías machaconas y repetitivas, como el tema de Beberly Hill Cop, a lo que yo considero la degeneración de la música con el bacalao y el chunda-chunda.
Prácticamente todos los instrumentos que se emplean en la música actual son aparatos eléctricos, a excepción de la batería, cuya versión eléctrica es mucho menos utilizada que la de otros instrumentos, como el piano.
¿Pero cual fue el primer aparato electrónico? ¿La guitarra eléctrica, que ya la tocaba Chuck Berry con su “Jonhhy be good”? No. A pesar de el auge de los aparatos electrógenos sea en 1980, cuando a todos los músicos les dio por trastear con los sintetizadores etc, y de que el primer instrumento electrónico famoso fuese la guitarra rocanrrolera, para encontrar el primer instrumento electrónico de toda la historia debemos remontarnos a 1919.
¿Sorprendido? Eso es normal. ¡¿Quién se iba a esperar que en 1919, cuando el tendido eléctrico estaba en algunas ocasiones para tender los calzoncillos y cuando el telégrafo era el “movil” de la época, surgiera el primer aparato eléctrico?!
El aparato, original de Rusia, perdón, de la URRS (¿Por aquel entonces ya se llamaban así o andarían todavía pensando el nombre?) se llamaba Theremin. Y yo, cuando veo su foto me pregunto ¿Cómo es posible que con esto pueda tocarse Moon River?
¿Sorprendente verdad? ¿Y las notas? ¿Se dan con esas rueditas de la base? ¿Será que no tiene notas y hay que aporrearlo como un cajón?
No, por extraño que parezca, el Theremin se toca, moviendo las manos sobre esa especie de asa y la parte central de la caja. Funciona al emitir un tipo de ondas que se propagan colocando uno las manos sobre el instrumento, en concreto, sobre el asa y a una distancia de la antena esa. Al mover las manos, se altera la frecuencia de estas ondas, lo cual hace que suenen mas grave o mas agudo.
¿Complicado? Eso es normal. En resumen, es como un violonchelo que se controla haciendo los mismos movimientos que realizarías para ahuyentar a una mosca.
¿Pero quien fue el genio con tanto seso y tanto tiempo libre como para engendrar esta idea? Pues nada mas y nada menos que el ruso, o soviético, depende de cómo lo quieras ver, Leon Theremin (Lev Sergeyevich Termen, en ruso).
¡Coño, si tiene el mismo nombre que su instrumento! ¿Será casualidad o tendrá que ver con esa interminable lista de inventores egocéntricos o poco originales poniendo nombres que han hecho lo mismo?
Leon, el cual siempre había amado la música y en concreto el violonchelo,creó su invento en 1919 con la ayuda de unas orejeras que le permitían concentrarse sin escuchar los vivas al comunismo (en la Rusia comunista las campanadas de los relojes se cambiaron por “Viva el poder rojo” ,o eso nos ha hecho creer Holliwood).
Tras exhibirlo por sitios como la Facultad de mecánica, llegó a impresionar tanto al pueblo rojo que hasta el mismísimo Lenin se interesó por su invento (Si, Lenin el de las barbas y la calva, no el de los Simpsons).
Su fama en rusia creció tanto que llegó a conocer a Einstein, a parte de realizar muchas giras europeas y por los estados juntitos.
Tras indagar y trabajar en su invento durante muchos años, Leon murió un día de 1993.
Respecto al Theremin, actualmente lo encontramos en un millar de formatos, pasando desde el clásico de madera al mas minimalista al puro estilo japonés. ¡Hay hasta un kit para construirse un mini Theremin!
Aquí dejó una mini colección de videos de interés:
-Leon Theremin tocando su invento
-Bella interpretación del cisne de Saint Sains en Theremin y piano
-¡Construye un mini theremin en menos de un minuto!
Por eso cada vez que oigáis esos sonidos repetitivos y machacones muy típicos de los ochenta, recordad que deben su base a un inventor mas desconocido que su propio invento.
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martes, 12 de abril de 2011
De pe a pa 3
Egipto
Como ya vimos, las primeras civilizaciones tendieron a situarse en zonas costeras o que estuviesen cerca de rios, como es el caso del valle mesopotámico. Pues si dejamos Mesopotamia, cruzamos a nado el Éufrates tiramos pa la derecha, mas o menos hacia abajo, nos encontramos con la desembocadura de un riachuelo no mas grande que el Ebro que se llama el Nilo. Como vemos en las fotos de los satélites de la Nasa, alrededor de este arroyo crecen las palmeras como los hongos en los vestuarios escolares. Tenemos pues una zona con río, mas fértil que una madre de quintillizos y en la que encima hace calorcito ¡El sitio idóneo para que los africanos plantases sus casas y sus cosas! Desde el 6.000 antes de cristo ya se han encontrado indicios de que ahí vivía alguien. Para llenarse la tripa, hacían como los mesos, plantar grano. Podían plantar dátiles, pero no, si la cebada estaba de moda, cebada tocaba. También pescaban y cazaban, aprovechando que en las riberas del nilo los inocentes animalillos bebían sus últimos tragos de agua. Mejorando su sistema de construcción de casuchas, los egipcios empezaron a usar cementos a base de cal, que es esa cosa que los anuncios de jabón para lavavajillas dicen que es mas malo que el cáncer. Pero como la civilización egipcia no pasaba de los puebluchos, un visionario y majete reyezuelo llamado Namer (o Min para los griegos) unificó todos estos núcleos urbanos con el pegamento de todas las naciones, la mala baba. Siendo este nombrado el primer rey de Egipto, unificó lo que se conocen por bajo y alto Egipto ( o para los de mente mas cortita, la parte del norte con la del sur). Así empieza la larga e interminable lista de faraones egipcios. Namer, con su unificación creó lo que los arqueólogos vagos llamaron la dinastía I, seguida muy originalmente por la dinastía II. Por aquel entonces, sí en Mesopotamia los mesos de organizaban por pequeñas ciudades estado, como la tal Uruk, los egipcios comenzaron a organizarse en una cosa llamada Nomos, que eran una especie de comunidades autónomas, ya que estaban al mando de un monarca, el cual quería mas poder que el faraón, cosa que a veces pasó y otras veces no. Cada uno tenía su dios y sus tradiciones, así que lo de unificación, pues bueno, mas bien era de forma simbólica… Una vez pasadas las primeras dos dinastías, el gobierno trasladó la capital del imperio a la ciudad de Menfis, que a pesar de ser todo lo importante que quieras en su época, de ella no se acuerda mas que el cadáver de Namer, que la fundó con mucho entusiasmo. Esto se debe al posterior esplendor de Alejandría (que si leches, la del faro y la biblioteca, no la vecina de abajo, que esa es Alejandra). La dinastía III se caracteriza sobre todo, mas que por mover capitales, por mover grandes bloques de hormigón. Exacto, son famosotes por ser los primeros egipcios que levantaron pirámides (de las de salir en las postales, no confundirse que seguro que había mas de una pirámide ya hecha, eso si, no tan impresionante). Cogiendo esta idea tan chula de palmarla por lo grande siguiendo eso de “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver” la cuarta dinastía, o mejor dicho, los emperadores Keobs, Kefrén y Micerinos, construyeron las pirámides que nosotros y Bisbal tan bien conocemos. (enlaza con la siguiente entrada)
Como ya vimos, las primeras civilizaciones tendieron a situarse en zonas costeras o que estuviesen cerca de rios, como es el caso del valle mesopotámico. Pues si dejamos Mesopotamia, cruzamos a nado el Éufrates tiramos pa la derecha, mas o menos hacia abajo, nos encontramos con la desembocadura de un riachuelo no mas grande que el Ebro que se llama el Nilo. Como vemos en las fotos de los satélites de la Nasa, alrededor de este arroyo crecen las palmeras como los hongos en los vestuarios escolares. Tenemos pues una zona con río, mas fértil que una madre de quintillizos y en la que encima hace calorcito ¡El sitio idóneo para que los africanos plantases sus casas y sus cosas! Desde el 6.000 antes de cristo ya se han encontrado indicios de que ahí vivía alguien. Para llenarse la tripa, hacían como los mesos, plantar grano. Podían plantar dátiles, pero no, si la cebada estaba de moda, cebada tocaba. También pescaban y cazaban, aprovechando que en las riberas del nilo los inocentes animalillos bebían sus últimos tragos de agua. Mejorando su sistema de construcción de casuchas, los egipcios empezaron a usar cementos a base de cal, que es esa cosa que los anuncios de jabón para lavavajillas dicen que es mas malo que el cáncer. Pero como la civilización egipcia no pasaba de los puebluchos, un visionario y majete reyezuelo llamado Namer (o Min para los griegos) unificó todos estos núcleos urbanos con el pegamento de todas las naciones, la mala baba. Siendo este nombrado el primer rey de Egipto, unificó lo que se conocen por bajo y alto Egipto ( o para los de mente mas cortita, la parte del norte con la del sur). Así empieza la larga e interminable lista de faraones egipcios. Namer, con su unificación creó lo que los arqueólogos vagos llamaron la dinastía I, seguida muy originalmente por la dinastía II. Por aquel entonces, sí en Mesopotamia los mesos de organizaban por pequeñas ciudades estado, como la tal Uruk, los egipcios comenzaron a organizarse en una cosa llamada Nomos, que eran una especie de comunidades autónomas, ya que estaban al mando de un monarca, el cual quería mas poder que el faraón, cosa que a veces pasó y otras veces no. Cada uno tenía su dios y sus tradiciones, así que lo de unificación, pues bueno, mas bien era de forma simbólica… Una vez pasadas las primeras dos dinastías, el gobierno trasladó la capital del imperio a la ciudad de Menfis, que a pesar de ser todo lo importante que quieras en su época, de ella no se acuerda mas que el cadáver de Namer, que la fundó con mucho entusiasmo. Esto se debe al posterior esplendor de Alejandría (que si leches, la del faro y la biblioteca, no la vecina de abajo, que esa es Alejandra). La dinastía III se caracteriza sobre todo, mas que por mover capitales, por mover grandes bloques de hormigón. Exacto, son famosotes por ser los primeros egipcios que levantaron pirámides (de las de salir en las postales, no confundirse que seguro que había mas de una pirámide ya hecha, eso si, no tan impresionante). Cogiendo esta idea tan chula de palmarla por lo grande siguiendo eso de “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver” la cuarta dinastía, o mejor dicho, los emperadores Keobs, Kefrén y Micerinos, construyeron las pirámides que nosotros y Bisbal tan bien conocemos. (enlaza con la siguiente entrada)
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lunes, 14 de marzo de 2011
De Pe a Pa (la historia de cabo a rabo) 2
Capítulo primero
Primeras (in)Civilizaciones
-Mesopotamia
Nos vamos ahora a ese terruño grande y lleno de arbolitos que unos exploradores muy salados llamaron África.
En este continente es de donde salió el ser marrano. Como tenía aires de grandeza y aquello de los tábanos y los mosquitos no eran para él, pues cogió a su pareja, sus hijos, el perro y otros utensilios básicos de supervivencia (como el sofá) y tiró camino a un sitio maravilloso y mágico llamado Mesopotamia.
Ahora toca soltar el rollo geohistórico:
Mesopotamia se encuentra como dice su nombre (en un idioma así casposo del que no me acuerdo) entre dos ríos, el Tigris y el Éufrates, que vertieron al valle que comprendían una gran fertilidad comprobada al venir un médico y tomarle una muestra de semen. (A las praderas se les mira por los óvulos).
Al crecer ahí las lechugas como el césped en los barrios de chaletes americanos a lo Simpsons, los ingenuos africanos pusieron ahí sus casas y cosas mas contentos que un niño viendo Pokemon.
Los Africanos poblaron Mesopotamia en unos cuantos años y se organizaron en ciudades independientes.
Estas ciudades vivían de la agricultura, la arcilla y la pesca (vamos, que vivían de lo que hacen los niños actualmente en las granja-escuelas y los viejos que leen jara y sedal). Comerciaban con otras ciudades y de vez en cuando se pegaban alguna que otra hostia en grupo llamada guerra.
Estas eran gobernadas por una especie de príncipe que regía los planes municipales. Se creó un gran número de funcionarios (vamos, que o bien estaban muy avanzados o los 4 millones de funcionarios que tenemos en España nos dicen que estamos en la época de encender fuego con palos) y se dio una gran importancia a la religión. Cabe destacar que la idea de culto por aquel extraño entonces era muy distinta a la actual. Era mas o menos como las modas de los patios: Todos juegan a los tazos, pero llega uno que juega a la peonza y como mola más, al día siguiente, todos con peonzas. Había una gran “Sincretismo Religioso” (palabreja de estas que pones en selectividad y llueven los puntos) que quiere decir que siempre que había una innovación u actualización, como los antivirus, a añadir. La religión tenía además el control de los cereales, que almacenaban en silos al lado de los templos (no vaya a ser que entre hambre y el pobre sacerdote no pueda picar).
Un claro ejemplo de estas ciudades independientes es Uruk, que tiene nombre de marca de tallarines chinos.
Vivían en la ciudad unas veinte mil personas y en los extrarradios unas diecisietemil, así como un viejo que vivía en una colina a un par de minutos de la ciudad, pero al que no los historiadores no reconocieron (¡Mala pata!).
La ciudad fue gobernada por el mandatario Gilgamesh, del cual se dicen grandes hazañas y epopeyas, pero vamos, no hay pueblo que no exagere las hazañas de sus acaldes, así que no hay porque creérselo.
Los mesopotámicos (o los mesos, como me gusta llamarlos) fueron unos pioneros en un sinfín de campos (como en el de futbol).
Se les atribuye, así por así, la invención de la cúpula, el desarrollo del primer calendario de 12 meses (como bien he dicho, tenían un gran número de funcionarios, así que de alguna manera tenían que marcar su mes de vacaciones), se hicieron idea de lo que era el número Pi, la calderilla (las monedas), LA RUEDA (vital invento sin el cual no tendríamos ni norias, ni máquinas para garrapiñar), el arado, el bote (el de remar, que luego te piensas que los mesos iban por ahí comiendo berberechos en escabeche), el horno de cerámica y otras muchas mas cosas que no sigo diciendo porque seguro que te has dormido a la mitad de la lista.
Primeras (in)Civilizaciones
-Mesopotamia
Nos vamos ahora a ese terruño grande y lleno de arbolitos que unos exploradores muy salados llamaron África.
En este continente es de donde salió el ser marrano. Como tenía aires de grandeza y aquello de los tábanos y los mosquitos no eran para él, pues cogió a su pareja, sus hijos, el perro y otros utensilios básicos de supervivencia (como el sofá) y tiró camino a un sitio maravilloso y mágico llamado Mesopotamia.
Ahora toca soltar el rollo geohistórico:
Mesopotamia se encuentra como dice su nombre (en un idioma así casposo del que no me acuerdo) entre dos ríos, el Tigris y el Éufrates, que vertieron al valle que comprendían una gran fertilidad comprobada al venir un médico y tomarle una muestra de semen. (A las praderas se les mira por los óvulos).
Al crecer ahí las lechugas como el césped en los barrios de chaletes americanos a lo Simpsons, los ingenuos africanos pusieron ahí sus casas y cosas mas contentos que un niño viendo Pokemon.
Los Africanos poblaron Mesopotamia en unos cuantos años y se organizaron en ciudades independientes.
Estas ciudades vivían de la agricultura, la arcilla y la pesca (vamos, que vivían de lo que hacen los niños actualmente en las granja-escuelas y los viejos que leen jara y sedal). Comerciaban con otras ciudades y de vez en cuando se pegaban alguna que otra hostia en grupo llamada guerra.
Estas eran gobernadas por una especie de príncipe que regía los planes municipales. Se creó un gran número de funcionarios (vamos, que o bien estaban muy avanzados o los 4 millones de funcionarios que tenemos en España nos dicen que estamos en la época de encender fuego con palos) y se dio una gran importancia a la religión. Cabe destacar que la idea de culto por aquel extraño entonces era muy distinta a la actual. Era mas o menos como las modas de los patios: Todos juegan a los tazos, pero llega uno que juega a la peonza y como mola más, al día siguiente, todos con peonzas. Había una gran “Sincretismo Religioso” (palabreja de estas que pones en selectividad y llueven los puntos) que quiere decir que siempre que había una innovación u actualización, como los antivirus, a añadir. La religión tenía además el control de los cereales, que almacenaban en silos al lado de los templos (no vaya a ser que entre hambre y el pobre sacerdote no pueda picar).
Un claro ejemplo de estas ciudades independientes es Uruk, que tiene nombre de marca de tallarines chinos.
Vivían en la ciudad unas veinte mil personas y en los extrarradios unas diecisietemil, así como un viejo que vivía en una colina a un par de minutos de la ciudad, pero al que no los historiadores no reconocieron (¡Mala pata!).
La ciudad fue gobernada por el mandatario Gilgamesh, del cual se dicen grandes hazañas y epopeyas, pero vamos, no hay pueblo que no exagere las hazañas de sus acaldes, así que no hay porque creérselo.
Los mesopotámicos (o los mesos, como me gusta llamarlos) fueron unos pioneros en un sinfín de campos (como en el de futbol).
Se les atribuye, así por así, la invención de la cúpula, el desarrollo del primer calendario de 12 meses (como bien he dicho, tenían un gran número de funcionarios, así que de alguna manera tenían que marcar su mes de vacaciones), se hicieron idea de lo que era el número Pi, la calderilla (las monedas), LA RUEDA (vital invento sin el cual no tendríamos ni norias, ni máquinas para garrapiñar), el arado, el bote (el de remar, que luego te piensas que los mesos iban por ahí comiendo berberechos en escabeche), el horno de cerámica y otras muchas mas cosas que no sigo diciendo porque seguro que te has dormido a la mitad de la lista.
(este artículo continuará en la siguiente entrada)
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domingo, 27 de febrero de 2011
De Pe a Pa (la historia de cabo a rabo) 1
Tomo Uno
EDAD VIEJUNA
(Edad antigua)
Introducción al tomo
EDAD VIEJUNA
(Edad antigua)
Introducción al tomo
Prepárate unas buenas zapatillas de monte porque nos vamos a las afueras de las ciudades importantes de Europa, Asia y parte de África (y por importantes decimos Estambul, Roma Atenas y Torrevieja).
Ahí, entre los cartelones del Carrefú y las gasolineras con cintas de las Ketchup, empezamos a sacar tierra y tras cinco días dándole a la pala encontraremos unas especie de piedras así como pegadas, unos trozos de platos y si tienes suerte alguna calavera. Pues bien, toda esa valiente colección de mierda es un trocito de la historia de la humanidad, en concreto, la más larga y una de las mas desarrolladas. ¡Y lo único que queda de ellos son unas piedras así to chungas y unos monumentos que parece que se van a caer! Pues si nene, esas ruinas tienen mas años que la colección de sellos de tu abuelo, así que es normal que casi todos los vestigios que nos quedan de esta edad estén mas que hechos polvo.
Es una edad de grietas pero de mucho interés, ya que es, nada más y nada menos el nacimiento de la civilización (que entraría en coma en la edad media, pero de eso ya hablaremos).
Ante todo demos cifras:
La edad viejuna abarca lo que son los primeros 3000 años de la historia de la humanidad. En concreto, son los años que hay entre el 3000 A.C y el 50 D.C (to muy aproximado). Durante esta época se desarrollaron lo que son los imperios Mesopotámico, Chino y extrarradio (Mongolia y Gobi) , Egipcio, Indú, Griego y Romano, así como otros muchos pueblos que no llegaron a tener tanto lujo, pero que por envidia destruyeron el imperio Romano (Germanos, Íberos, Bretones…) En esta época surgieron las primeras ideas religiosas, que al principio no eran mas que un conglomerado de creencias mas absurdas que la idea de La Esteban con un libro. Poco a poco surgieron unos tíos mas raros que les dio por creer en un único dios, porque supongo que salía mas barato hacerse un solo altar (ya se sabe, pisos pequeños, pues no nos cabe para meter estatuas de todo el olimpo griego). Estos alelaos eran los que actualmente mas guerra dan (sobre todo los últimos dos): Cristianos, Judíos y Musulmanes.
Será la primera edad de toda la historia y cabe decir, que para ser la primera, no se lo montaron tan mal.
En esta época se crearon las bases modernas de muchos fundamentos actuales: Filosofía, Democracia, Trabajos temporales (véase las pirámides), Derecho, Ciencia, arquitectura etc.
Así que venga, ponte una muda nueva, cógete el bocata y levanta que nos vamos a la época de las grietas y los bustos de mármol.
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miércoles, 9 de febrero de 2011
Explicación a lo que se avecina
Todo esto comenzó porque no sabía sobre que escribir.
Algún graciosillo me dijo: “Tienes que volver a los orígenes”, a lo que yo contesté que era una idea cojonuda.
Este graciosote lo que quiso decirme es que volviera a los orígenes del blog (que dentro de poco cumplirá un añito) y no a lo que intuí, el origen de TODO.
“Al fin al cabo, si voy a hablar de historia ¿Por qué no puedo resumir TODA la historia de Pe a Pa?” Pensé. Así que aquí me tenéis, intentando resumir toda la historia de modo satírico y parodiesco.
Sed pues bienvenidos a este proyecto histórico que puede llevarme un año, unos meses o lo que me dure el entusiasmo (aviso, puede ser poco).
Por lo pronto, señoras y señores, niños y ancianos, perros y gatos, gigantes y cabezudos, moros y cristianos, censores de blogger y demás amiguetes, tomen asiento que esto empieza:
Algún graciosillo me dijo: “Tienes que volver a los orígenes”, a lo que yo contesté que era una idea cojonuda.
Este graciosote lo que quiso decirme es que volviera a los orígenes del blog (que dentro de poco cumplirá un añito) y no a lo que intuí, el origen de TODO.
“Al fin al cabo, si voy a hablar de historia ¿Por qué no puedo resumir TODA la historia de Pe a Pa?” Pensé. Así que aquí me tenéis, intentando resumir toda la historia de modo satírico y parodiesco.
Sed pues bienvenidos a este proyecto histórico que puede llevarme un año, unos meses o lo que me dure el entusiasmo (aviso, puede ser poco).
Por lo pronto, señoras y señores, niños y ancianos, perros y gatos, gigantes y cabezudos, moros y cristianos, censores de blogger y demás amiguetes, tomen asiento que esto empieza:
De Pe a Pa (la historia de cabo a rabo) 0
Prólogo: El nacimiento de la historia
En un principio “insertar nombre” creo el universo y con él la tierra (aquí se pone el nombre que se considere, Bing Bang, Dios, una rana dorada…). La tierra albergó vida como un alberge alberga mochileros y poco a poco, tras un largo proceso que el señor Darwing llamó evolución (le dio por ahí, no daban nada bueno en la tele supongo) la tierra fue pariendo lo que somos hoy en día, la cumbre de la tierra, la apoteosis, la repera, la rehostia, vamos EL SER HUMANO.
El ser marrano apareció hace unos 2,5 millones de años y tres meses (hace tres meses me dijeron que hacía 2,5 millones de años que había aparecido el ser marrano, así que por matemática pura…).
Este bicho de dos patas y dos brazos, raro hasta el tuétano, experimentó una serie de eras previas a lo que consideramos historia, todas ellas agrupadas en lo que llamamos Prehistoria, que abarca el ratejo entre hace 2,5 millones de años y tres meses y hace 5000 años.
Antes de que el ser marrano viviese en lofts o duplex vivía en una cosa llamada cueva, que es como un agujero en la pared pero a lo grande. Para comer se dedicaba a cazar animales con lanzas de punta de piedra (gracias al silex, que era muy fácil de astillar) y a recoger plantucas y demás frutos. Para decorar se hacía unos pinceles con rabos de vaca y sacando la lengua pa fuera pintaba unos frescos que ni el Greco.
Poco a poco, una vez enmarañadas las cuevas con pinturas, el ser marrano dejó vivir como los animales buscando vallas y cosas y empezó a construirse montones de ramas cubiertos con pieles huecos por dentro, que denominó “casa”, donde metía a su pareja, sus hijos y al perro (el cual domesticó después de construir el montón de ramas para que se lo vigilase). Al no haber empleo (no, no es que hubiese paro, sactamente) el humano tuvo muchos hobbies, de entre los que destacaron la jardinería (huertos y eso) y el bricolaje (artesanía y muy importante la metalúrgia).
Orgulloso de sus éxitos, el ser marrano vivía muy bien: Casa propia, familia, hobbies, perro al lado de la cama... Pero el ser marrano comprendió muy pronto lo que le faltaba: ¡Vecinos a los que fardar!
Por lo tanto, los humanos empezaron a agruparse en aldeas para poder fardar de sus éxitos, y ya de paso, protegerse ante el ataque de unos lobos. Poco a poco estos grupos de montones de ramas empezaron a crecer ya albergar autenticas cantidades de fantasmones que presumían de lo bien que les iba. En estas ciudades empezaron a salir líderes (que solían ser los que tenían el garrote mas pesado) y otros tipos mas listillos llamados “religiosos” que al ver que eran así como bajitos, feos y esmirriados, se inventaron eso de la religión para tener una forma de ganarse el pan. Así ofrecía a la peña un entretenimiento nuevo, orar a los dioses del hogar y la naturaleza.
El ser marrano inventó durante todo este tiempo diferentes gadjets como el fuego, el cual aprendió a encender frotando dos palitos como si fuese tonto (¿De donde le vendría la inspiración?), la rueda ,la cual no es mas que una piedra con agujero, pero (que se vendió muy bien) y el arado. Inventos que no es que sean el Ipad, pero oye, una buena idea puede ser simple.
El ser marrano empezó a descubrir una cosa que se llama trueque, sistema que aun perdura (En la noble tradición de intercambiar tazos). El sistema es tan simple como un tu me das yo te doy, que mas tarde supondría el ojo por ojo (Tu me das un garrotazo, yo te doy otro). Este desarrollo del tu me das yo te doy llevó a pueblos redundantes a realizar grandes viajes intercambiando grandes cantidades de materia por otras grandes cantidades de materia (que se note que son de Bilbao)
Poco a poco empezaron a intercambiar sus vienes por una cosa que brilla y reluce como la vajilla buena, el oro y demás metales preciosos (si te parecía fea la plata, te quejabas a la RAE del 3000 antes de cristo).
De aquí salieron las monedas, en un principio valoradas solo por ser de metales nobles.
Con las monedas vinieron las sumas y la marca Casio sacó su primera calculadora llamada D2. Para poder anotar todas las transacciones comerciales, los comerciantes desarrollaron una cosa que ahora mismo tienes delante de la jeta (La pantalla no, so lerdo), las letras.
La escritura nació hace unos 5.000 años y sirvió para anotar primero transacciones comerciales y mas tarde, uno de los primeros códigos legales de la historia (La Pepa no hombre) El Código de Hammurabi.
Y al descubrirse la escritura (estaba por ahí en un bosque, la descubrieron y se la llevaron a la aldea) unos hombrecillos muy majos se dedicaron a usar estos rallajos para transmitir lo que había pasado, o, en otras palabras, contar batallitas de forma escrita.
Habían nacido los historiadores, y con ellos, la historia.
En un principio “insertar nombre” creo el universo y con él la tierra (aquí se pone el nombre que se considere, Bing Bang, Dios, una rana dorada…). La tierra albergó vida como un alberge alberga mochileros y poco a poco, tras un largo proceso que el señor Darwing llamó evolución (le dio por ahí, no daban nada bueno en la tele supongo) la tierra fue pariendo lo que somos hoy en día, la cumbre de la tierra, la apoteosis, la repera, la rehostia, vamos EL SER HUMANO.
El ser marrano apareció hace unos 2,5 millones de años y tres meses (hace tres meses me dijeron que hacía 2,5 millones de años que había aparecido el ser marrano, así que por matemática pura…).
Este bicho de dos patas y dos brazos, raro hasta el tuétano, experimentó una serie de eras previas a lo que consideramos historia, todas ellas agrupadas en lo que llamamos Prehistoria, que abarca el ratejo entre hace 2,5 millones de años y tres meses y hace 5000 años.
Antes de que el ser marrano viviese en lofts o duplex vivía en una cosa llamada cueva, que es como un agujero en la pared pero a lo grande. Para comer se dedicaba a cazar animales con lanzas de punta de piedra (gracias al silex, que era muy fácil de astillar) y a recoger plantucas y demás frutos. Para decorar se hacía unos pinceles con rabos de vaca y sacando la lengua pa fuera pintaba unos frescos que ni el Greco.
Poco a poco, una vez enmarañadas las cuevas con pinturas, el ser marrano dejó vivir como los animales buscando vallas y cosas y empezó a construirse montones de ramas cubiertos con pieles huecos por dentro, que denominó “casa”, donde metía a su pareja, sus hijos y al perro (el cual domesticó después de construir el montón de ramas para que se lo vigilase). Al no haber empleo (no, no es que hubiese paro, sactamente) el humano tuvo muchos hobbies, de entre los que destacaron la jardinería (huertos y eso) y el bricolaje (artesanía y muy importante la metalúrgia).
Orgulloso de sus éxitos, el ser marrano vivía muy bien: Casa propia, familia, hobbies, perro al lado de la cama... Pero el ser marrano comprendió muy pronto lo que le faltaba: ¡Vecinos a los que fardar!
Por lo tanto, los humanos empezaron a agruparse en aldeas para poder fardar de sus éxitos, y ya de paso, protegerse ante el ataque de unos lobos. Poco a poco estos grupos de montones de ramas empezaron a crecer ya albergar autenticas cantidades de fantasmones que presumían de lo bien que les iba. En estas ciudades empezaron a salir líderes (que solían ser los que tenían el garrote mas pesado) y otros tipos mas listillos llamados “religiosos” que al ver que eran así como bajitos, feos y esmirriados, se inventaron eso de la religión para tener una forma de ganarse el pan. Así ofrecía a la peña un entretenimiento nuevo, orar a los dioses del hogar y la naturaleza.
El ser marrano inventó durante todo este tiempo diferentes gadjets como el fuego, el cual aprendió a encender frotando dos palitos como si fuese tonto (¿De donde le vendría la inspiración?), la rueda ,la cual no es mas que una piedra con agujero, pero (que se vendió muy bien) y el arado. Inventos que no es que sean el Ipad, pero oye, una buena idea puede ser simple.
El ser marrano empezó a descubrir una cosa que se llama trueque, sistema que aun perdura (En la noble tradición de intercambiar tazos). El sistema es tan simple como un tu me das yo te doy, que mas tarde supondría el ojo por ojo (Tu me das un garrotazo, yo te doy otro). Este desarrollo del tu me das yo te doy llevó a pueblos redundantes a realizar grandes viajes intercambiando grandes cantidades de materia por otras grandes cantidades de materia (que se note que son de Bilbao)
Poco a poco empezaron a intercambiar sus vienes por una cosa que brilla y reluce como la vajilla buena, el oro y demás metales preciosos (si te parecía fea la plata, te quejabas a la RAE del 3000 antes de cristo).
De aquí salieron las monedas, en un principio valoradas solo por ser de metales nobles.
Con las monedas vinieron las sumas y la marca Casio sacó su primera calculadora llamada D2. Para poder anotar todas las transacciones comerciales, los comerciantes desarrollaron una cosa que ahora mismo tienes delante de la jeta (La pantalla no, so lerdo), las letras.
La escritura nació hace unos 5.000 años y sirvió para anotar primero transacciones comerciales y mas tarde, uno de los primeros códigos legales de la historia (La Pepa no hombre) El Código de Hammurabi.
Y al descubrirse la escritura (estaba por ahí en un bosque, la descubrieron y se la llevaron a la aldea) unos hombrecillos muy majos se dedicaron a usar estos rallajos para transmitir lo que había pasado, o, en otras palabras, contar batallitas de forma escrita.
Habían nacido los historiadores, y con ellos, la historia.
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miércoles, 12 de enero de 2011
Husitas, expecialistas en saneamientos y reformas
Europa, siglos XVI Y XV.
Soplan vientos de cambio y el olor que traen está mas rancio que el pan del comedor de mi instituto. Es olor de la religión Católica. Huele a incienso, a oropel y a mucha roña escondida detrás de tanto bisillo.
Los católicos se forran a base de sacarle la sangre al populacho (vamos, el concepto primitivo del banco, mucho prometer pero a la hora de la verdad ná). Hartos de esto, una serie de pringaos, entre ellos un cura protestón y un rey salido toman la iniciativa y con dos huevos se lanzan a montar ellos su chiringuito, osease, a montar su propia religión. Hoy en día cualquier hijo de vecino con dos dedos de frente y un grupo de Facebook puede hacerlo, pero en 1500 (circa) eso de ir por ahí poniendo carteles diciendo que tu eres el nuevo papa, pues como que no.
Estas reformas le decían a la religión católica que eso de tanto lujo y oropel estaba mal y que debían hacer eso de la última cena: Tomad y comer todos de el.
Pero al señor Papa eso no es que le viniese muy bien, por lo que a Luterillo y a Henry VIII se los catalogó de enemigos number one, osease, que ya podían correr de las llamas de la hoguera para herejes (en ese siglo se puso muy de moda eso de quemar herejes, ya que con gran regocijo del pueblo, se aprovechaba que quemaban a un musulmán para asar salchichas hechas con otro musulmán, muy ricas en curri).
Pero antes de estos dos mamelucos existió un nene que también tenía ganas de liarla. Lo que pasa es que a este si que lo pillaron y lo quemaron, dejando un bonito olor a cura calcinao. Se trata del señor Jan Hus, que doscientos años antes que los otros dos mindundis ya empezó a soltar el rollito de los cambios. Pero esta idea ya le venía de otro meapilas, así que realmente de mérito, pues tiene poco. Al nene lo quemaron por traidor a la religión católica y así intentaron dar el asunto Hus por acabado. Pero como todo chamán, líder o cualquier persona con ropas raras y mucho carisma, tenía sus seguidores.
Los Husitas, llamados así por el apellido, defendieron la causa de Jan Hus. ¿Y como, se preguntarán ustedes? ¿Pancartas, manifas, huelgas? En el siglo XV estaban de moda dos cosas, las hogueras y las guerras.
Estas guerras son conocidas como las guerras Husitas (Historiadores vagos, creando nombres desde tiempos viejunos), y en estas guerras, nombramos un personajillo remarcable, el señorito Jan Žižka, pero como su nombre es así como mu chungo, pues le vamos a llamar solo Jan.
Jan es uno de los mejores estrategas de la historia militar, o al menos eso dice Wikipedia y un montón de Checos, pero como hablan mu raro, pues no me he podido enterar de gran cosa. Para ir imponiendo, pierde un ojo ya de pequeñajo, que el parche siempre acojona más. Metido en guerras desde jovencito, acabó como guerrillero mas pobre que el esfuerzo en una clase de religión. Su escudo, para gran recuerdo y orgullo de su familia, luce con mucha gala un bogavante. Había animales pa dar y tomar, pero Jan tuvo que elegir el bogavante. Manda huevos.
Una vez hubo descubierto al amigo Jan Hus, se hizo fiel seguidor de sus desvaríos. Al morir Hus, decidió coger a un grupo de Husitas y marcharse a una colina por ahí perdida a proclamar su buena nueva a hostia limpia.
Montó un campamento llamado Tábor y allí se dedicó a entrenar a sus soldados. La mayoría de ellos eran simples y llanos granjeros y campesinos que sabían de armas lo que un colibrí. Por tanto ideó sistemas innovadores y también graciosos para que sus labradores se convirtiesen en segadores de almas. Implantó el uso del mosquete entre las tropas, por lo que las guerras Husitas se consideran las precursoras del mosquete como arma de combate (hasta entonces solo lo usaban para hacer tiro al blanco en las ferias, con escasos resultados).
Una creación que considero notable es la carreta de guerra artillada. Esta era una carreta de madera a la que le puso techo y blindaje y unos agujeritos pa meter por ahí los moquetes. ¿Qué viene la caballería? Pues cogemos las carretas y las plantamos en círculo haciendo una muralla. Al de cinco minutos ya no queda caballo en pie. ¿Viene la infantería? Bajamos la colina a toda hostia y mientras los arrollamos les disparamos. ¿Viene la artillería? Bueno, entonces si que estamos un poco jodidos. En este encale de una película en Technicolor o algo así podemos ver un poco el ejercito de campesinos y sus carretas artilladas.
Sus logros militares hubiesen seguido así, pero dio la casualidad de que mientras asediaba la ciudad de Přibyslav la peste se lo llevó al otro barrio. Los Husitas, mas picaos que el ajo en un programa de Arguiñano quemaron y arrasaron la ciudad. Motivos nos les faltaban, sin Jan, estaban mas perdidos que un pulpo en una cazuela.
Al morir, sus seguidores, hombres de moral alta y cultura profunda, le arrancaron la piel y construyeron un tambor con el que llamar a los Husitas a la guerra. Como vemos, el tipejo dio guerra hasta muerto.
Con el tambor o sin el, los Husitas tenían los días contados. Perdieron la guerra y con ella el pellejo.
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miércoles, 5 de enero de 2011
¡Volando voy! (o eso intento)
(Para los cinéfilos)
Uno mira al cielo y si esquiva las cagadas de las risueñas ratas con alas que son las palomas, podrá ver una especie de punto blanco que se mueve por ahí arriba a toda leche. Efectivamente, es un avión.
¿Pero de donde salieron estos aparatejos que aun seguimos encontrando imposibles? ¿De los árboles? ¿Salieron de la tierra como los hongos? De eso nada nenes, los aviones vienen de estos seres tan estrafalarios que son los inventores. ¿Pero quien se lleva la palma de oro en eso de ser el inventor del primer avión? Difícil de decir, ahora veremos el porqué.
El interés del ser marrano (perdón, del ser humano) viene ya desde que algún griego se tiró por el balcón con armatostes de madera y telas imitando a las gaviotitas.
La historia de la aviación esta llena de temerosos lerdos que se han tirado por acantilados y tejados con sus aparatos. ¿Llegó a volar alguno? Solo el tiempo lo sabe.
De entre todos estos aceleraos anteriores a los auténticos aviadores asoma el nombrecito de Da Vinci, que empezó a plantearse ideas mas serias en la aviación. Hizo un par de dibujos pero nunca llegó a construir tales mamotretos. Sin embargo, años después, estos dibujitos fueron usados para dos cosas, una, como inspiración, y dos, como “subenirs” para giris en el museo Da Vinci.
Pegamos un salto (metafóricamente, no te vayas a romper algo) y llegamos al siglo XVIII (no hace falta que cuentes palos, ya te digo yo que es siglo 18).
En estos 100 añitos los temerarios del aire dan un pasito al inventar el globo aerostático, ya sabes, esto que usaba Willie Fog.
El primero de estos juguetitos voladores lo inventó un sacerdote brasileño por el año 1708, aunque en el globo no fuese nadie. ¿Cómo lo bajaron entonces? Hipótesis dice que le tiraron piedras hasta pincharlo.
No es de extrañar que viendo el “gran” avance de este sacerdote, no haya nada mas interesante que decir hasta 1782, cuando dos hermanos (No, todavía no son los famosos) llamados Joseph y Jacques Montgolfier inventaron una serie de globos de papel y tela, los cuales fueron tripulados esta vez por pollos. Mas tarde, cuando descubrieron que los pollos no tenían intención de bajar para que les convirtiesen en almuerzo, lanzaron otro vuelo, esta vez pilotado por un acelarao del que poco sabemos.
Los globos no fueron que se diga, un gran avance. Volaban si, pero como una patata, sube un rato, para luego bajar de sopetón.
Olvidándonos de estos mastodontes hinchados que eran los globos, empezó a salir otro tipo de vuelo mas interesante, el planeo. Imitando a las gaviotitas y a los diseños de Da Vinci, estos vuelos utilizaban sistemas tan locos como calderas de vapor ¡En un ala delta poner una caldera!
Pero realmente el inventor del avión es un tipo que tiene nombre de fruta Clement Ader (Clementino en español). Este nombre no le dice casi nada nadie, por lo que diré yo lo que sé. Clementino tuvo ideas tan locas como construir planeadores con plumas de oca. En 1897 realizó un vuelo de 50m con uno de sus aparatejos, tan complejo y desmesurado que no lo pudo controlar, al que bautizó como Avión III. Como su trasto era mas incontrolable que un bote de nitroglicerina puesto en la punta de un alfiler, el gobierno francés le dijo que no lo aceptaba para tirar bombas. Clementino la diñó pasando sus últimos años fabricando motores de coche, aunque tampoco se hizo famoso con estos prodigios.
Los que realmente si se hicieron famosos fueron los famosos hermanos Wright, que encima se dieron de leches con un tal Alberto Santos Dumont, el cual también inventó un avión y presumió de haber realizado el primer vuelo tripulado, a la par que los Wright. Por lo visto 105 años después no nos hemos puesto todavía de acuerdo, por lo que Internet está divido en los partidarios de los Wright y los de Alberto. Yo personalmente opino que se lo merece mas Albertito, ya que su avión podía despegar sin necesidad de viento, al contrario que el de los Wright.
Como vemos, eso del primer vuelo es muy relativo. ¿Le damos los laureles a los primeros aventureros salta-balcones? ¿A los hermanos franceses del globo? ¿A Clementino? ¿A los Wright y a Albertito y que se peguen por el? Yo sinceramente se los daría a los pollos que volaron en el globo de los hermanos franceses.
¿Pero de donde salieron estos aparatejos que aun seguimos encontrando imposibles? ¿De los árboles? ¿Salieron de la tierra como los hongos? De eso nada nenes, los aviones vienen de estos seres tan estrafalarios que son los inventores. ¿Pero quien se lleva la palma de oro en eso de ser el inventor del primer avión? Difícil de decir, ahora veremos el porqué.
El interés del ser marrano (perdón, del ser humano) viene ya desde que algún griego se tiró por el balcón con armatostes de madera y telas imitando a las gaviotitas.
La historia de la aviación esta llena de temerosos lerdos que se han tirado por acantilados y tejados con sus aparatos. ¿Llegó a volar alguno? Solo el tiempo lo sabe.
De entre todos estos aceleraos anteriores a los auténticos aviadores asoma el nombrecito de Da Vinci, que empezó a plantearse ideas mas serias en la aviación. Hizo un par de dibujos pero nunca llegó a construir tales mamotretos. Sin embargo, años después, estos dibujitos fueron usados para dos cosas, una, como inspiración, y dos, como “subenirs” para giris en el museo Da Vinci.
Pegamos un salto (metafóricamente, no te vayas a romper algo) y llegamos al siglo XVIII (no hace falta que cuentes palos, ya te digo yo que es siglo 18).
En estos 100 añitos los temerarios del aire dan un pasito al inventar el globo aerostático, ya sabes, esto que usaba Willie Fog.
El primero de estos juguetitos voladores lo inventó un sacerdote brasileño por el año 1708, aunque en el globo no fuese nadie. ¿Cómo lo bajaron entonces? Hipótesis dice que le tiraron piedras hasta pincharlo.
No es de extrañar que viendo el “gran” avance de este sacerdote, no haya nada mas interesante que decir hasta 1782, cuando dos hermanos (No, todavía no son los famosos) llamados Joseph y Jacques Montgolfier inventaron una serie de globos de papel y tela, los cuales fueron tripulados esta vez por pollos. Mas tarde, cuando descubrieron que los pollos no tenían intención de bajar para que les convirtiesen en almuerzo, lanzaron otro vuelo, esta vez pilotado por un acelarao del que poco sabemos.
Los globos no fueron que se diga, un gran avance. Volaban si, pero como una patata, sube un rato, para luego bajar de sopetón.
Olvidándonos de estos mastodontes hinchados que eran los globos, empezó a salir otro tipo de vuelo mas interesante, el planeo. Imitando a las gaviotitas y a los diseños de Da Vinci, estos vuelos utilizaban sistemas tan locos como calderas de vapor ¡En un ala delta poner una caldera!
Pero realmente el inventor del avión es un tipo que tiene nombre de fruta Clement Ader (Clementino en español). Este nombre no le dice casi nada nadie, por lo que diré yo lo que sé. Clementino tuvo ideas tan locas como construir planeadores con plumas de oca. En 1897 realizó un vuelo de 50m con uno de sus aparatejos, tan complejo y desmesurado que no lo pudo controlar, al que bautizó como Avión III. Como su trasto era mas incontrolable que un bote de nitroglicerina puesto en la punta de un alfiler, el gobierno francés le dijo que no lo aceptaba para tirar bombas. Clementino la diñó pasando sus últimos años fabricando motores de coche, aunque tampoco se hizo famoso con estos prodigios.
Los que realmente si se hicieron famosos fueron los famosos hermanos Wright, que encima se dieron de leches con un tal Alberto Santos Dumont, el cual también inventó un avión y presumió de haber realizado el primer vuelo tripulado, a la par que los Wright. Por lo visto 105 años después no nos hemos puesto todavía de acuerdo, por lo que Internet está divido en los partidarios de los Wright y los de Alberto. Yo personalmente opino que se lo merece mas Albertito, ya que su avión podía despegar sin necesidad de viento, al contrario que el de los Wright.
Como vemos, eso del primer vuelo es muy relativo. ¿Le damos los laureles a los primeros aventureros salta-balcones? ¿A los hermanos franceses del globo? ¿A Clementino? ¿A los Wright y a Albertito y que se peguen por el? Yo sinceramente se los daría a los pollos que volaron en el globo de los hermanos franceses.
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