Egipto
Como ya vimos, las primeras civilizaciones tendieron a situarse en zonas costeras o que estuviesen cerca de rios, como es el caso del valle mesopotámico. Pues si dejamos Mesopotamia, cruzamos a nado el Éufrates tiramos pa la derecha, mas o menos hacia abajo, nos encontramos con la desembocadura de un riachuelo no mas grande que el Ebro que se llama el Nilo. Como vemos en las fotos de los satélites de la Nasa, alrededor de este arroyo crecen las palmeras como los hongos en los vestuarios escolares. Tenemos pues una zona con río, mas fértil que una madre de quintillizos y en la que encima hace calorcito ¡El sitio idóneo para que los africanos plantases sus casas y sus cosas! Desde el 6.000 antes de cristo ya se han encontrado indicios de que ahí vivía alguien. Para llenarse la tripa, hacían como los mesos, plantar grano. Podían plantar dátiles, pero no, si la cebada estaba de moda, cebada tocaba. También pescaban y cazaban, aprovechando que en las riberas del nilo los inocentes animalillos bebían sus últimos tragos de agua. Mejorando su sistema de construcción de casuchas, los egipcios empezaron a usar cementos a base de cal, que es esa cosa que los anuncios de jabón para lavavajillas dicen que es mas malo que el cáncer. Pero como la civilización egipcia no pasaba de los puebluchos, un visionario y majete reyezuelo llamado Namer (o Min para los griegos) unificó todos estos núcleos urbanos con el pegamento de todas las naciones, la mala baba. Siendo este nombrado el primer rey de Egipto, unificó lo que se conocen por bajo y alto Egipto ( o para los de mente mas cortita, la parte del norte con la del sur). Así empieza la larga e interminable lista de faraones egipcios. Namer, con su unificación creó lo que los arqueólogos vagos llamaron la dinastía I, seguida muy originalmente por la dinastía II. Por aquel entonces, sí en Mesopotamia los mesos de organizaban por pequeñas ciudades estado, como la tal Uruk, los egipcios comenzaron a organizarse en una cosa llamada Nomos, que eran una especie de comunidades autónomas, ya que estaban al mando de un monarca, el cual quería mas poder que el faraón, cosa que a veces pasó y otras veces no. Cada uno tenía su dios y sus tradiciones, así que lo de unificación, pues bueno, mas bien era de forma simbólica… Una vez pasadas las primeras dos dinastías, el gobierno trasladó la capital del imperio a la ciudad de Menfis, que a pesar de ser todo lo importante que quieras en su época, de ella no se acuerda mas que el cadáver de Namer, que la fundó con mucho entusiasmo. Esto se debe al posterior esplendor de Alejandría (que si leches, la del faro y la biblioteca, no la vecina de abajo, que esa es Alejandra). La dinastía III se caracteriza sobre todo, mas que por mover capitales, por mover grandes bloques de hormigón. Exacto, son famosotes por ser los primeros egipcios que levantaron pirámides (de las de salir en las postales, no confundirse que seguro que había mas de una pirámide ya hecha, eso si, no tan impresionante). Cogiendo esta idea tan chula de palmarla por lo grande siguiendo eso de “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver” la cuarta dinastía, o mejor dicho, los emperadores Keobs, Kefrén y Micerinos, construyeron las pirámides que nosotros y Bisbal tan bien conocemos. (enlaza con la siguiente entrada)
Imperios,ciudades,civilizaciones,religiones, leyes, revoluciones, personajes, políticos,arte y tendencias, todas ellas recogidas en esa historia interminable que es el paso de la humanidad sobre el mundo. Aquí encontrarás esto y más contado con la coña que la historia tiene. ¿Que no? Baja un poco y descubrirás como de chuscas pueden ser las andanzas del ser humano. Bienvenido
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