(Para los cinéfilos)
Uno mira al cielo y si esquiva las cagadas de las risueñas ratas con alas que son las palomas, podrá ver una especie de punto blanco que se mueve por ahí arriba a toda leche. Efectivamente, es un avión.
¿Pero de donde salieron estos aparatejos que aun seguimos encontrando imposibles? ¿De los árboles? ¿Salieron de la tierra como los hongos? De eso nada nenes, los aviones vienen de estos seres tan estrafalarios que son los inventores. ¿Pero quien se lleva la palma de oro en eso de ser el inventor del primer avión? Difícil de decir, ahora veremos el porqué.
El interés del ser marrano (perdón, del ser humano) viene ya desde que algún griego se tiró por el balcón con armatostes de madera y telas imitando a las gaviotitas.
La historia de la aviación esta llena de temerosos lerdos que se han tirado por acantilados y tejados con sus aparatos. ¿Llegó a volar alguno? Solo el tiempo lo sabe.
De entre todos estos aceleraos anteriores a los auténticos aviadores asoma el nombrecito de Da Vinci, que empezó a plantearse ideas mas serias en la aviación. Hizo un par de dibujos pero nunca llegó a construir tales mamotretos. Sin embargo, años después, estos dibujitos fueron usados para dos cosas, una, como inspiración, y dos, como “subenirs” para giris en el museo Da Vinci.
Pegamos un salto (metafóricamente, no te vayas a romper algo) y llegamos al siglo XVIII (no hace falta que cuentes palos, ya te digo yo que es siglo 18).
En estos 100 añitos los temerarios del aire dan un pasito al inventar el globo aerostático, ya sabes, esto que usaba Willie Fog.
El primero de estos juguetitos voladores lo inventó un sacerdote brasileño por el año 1708, aunque en el globo no fuese nadie. ¿Cómo lo bajaron entonces? Hipótesis dice que le tiraron piedras hasta pincharlo.
No es de extrañar que viendo el “gran” avance de este sacerdote, no haya nada mas interesante que decir hasta 1782, cuando dos hermanos (No, todavía no son los famosos) llamados Joseph y Jacques Montgolfier inventaron una serie de globos de papel y tela, los cuales fueron tripulados esta vez por pollos. Mas tarde, cuando descubrieron que los pollos no tenían intención de bajar para que les convirtiesen en almuerzo, lanzaron otro vuelo, esta vez pilotado por un acelarao del que poco sabemos.
Los globos no fueron que se diga, un gran avance. Volaban si, pero como una patata, sube un rato, para luego bajar de sopetón.
Olvidándonos de estos mastodontes hinchados que eran los globos, empezó a salir otro tipo de vuelo mas interesante, el planeo. Imitando a las gaviotitas y a los diseños de Da Vinci, estos vuelos utilizaban sistemas tan locos como calderas de vapor ¡En un ala delta poner una caldera!
Pero realmente el inventor del avión es un tipo que tiene nombre de fruta Clement Ader (Clementino en español). Este nombre no le dice casi nada nadie, por lo que diré yo lo que sé. Clementino tuvo ideas tan locas como construir planeadores con plumas de oca. En 1897 realizó un vuelo de 50m con uno de sus aparatejos, tan complejo y desmesurado que no lo pudo controlar, al que bautizó como Avión III. Como su trasto era mas incontrolable que un bote de nitroglicerina puesto en la punta de un alfiler, el gobierno francés le dijo que no lo aceptaba para tirar bombas. Clementino la diñó pasando sus últimos años fabricando motores de coche, aunque tampoco se hizo famoso con estos prodigios.
Los que realmente si se hicieron famosos fueron los famosos hermanos Wright, que encima se dieron de leches con un tal Alberto Santos Dumont, el cual también inventó un avión y presumió de haber realizado el primer vuelo tripulado, a la par que los Wright. Por lo visto 105 años después no nos hemos puesto todavía de acuerdo, por lo que Internet está divido en los partidarios de los Wright y los de Alberto. Yo personalmente opino que se lo merece mas Albertito, ya que su avión podía despegar sin necesidad de viento, al contrario que el de los Wright.
Como vemos, eso del primer vuelo es muy relativo. ¿Le damos los laureles a los primeros aventureros salta-balcones? ¿A los hermanos franceses del globo? ¿A Clementino? ¿A los Wright y a Albertito y que se peguen por el? Yo sinceramente se los daría a los pollos que volaron en el globo de los hermanos franceses.
¿Pero de donde salieron estos aparatejos que aun seguimos encontrando imposibles? ¿De los árboles? ¿Salieron de la tierra como los hongos? De eso nada nenes, los aviones vienen de estos seres tan estrafalarios que son los inventores. ¿Pero quien se lleva la palma de oro en eso de ser el inventor del primer avión? Difícil de decir, ahora veremos el porqué.
El interés del ser marrano (perdón, del ser humano) viene ya desde que algún griego se tiró por el balcón con armatostes de madera y telas imitando a las gaviotitas.
La historia de la aviación esta llena de temerosos lerdos que se han tirado por acantilados y tejados con sus aparatos. ¿Llegó a volar alguno? Solo el tiempo lo sabe.
De entre todos estos aceleraos anteriores a los auténticos aviadores asoma el nombrecito de Da Vinci, que empezó a plantearse ideas mas serias en la aviación. Hizo un par de dibujos pero nunca llegó a construir tales mamotretos. Sin embargo, años después, estos dibujitos fueron usados para dos cosas, una, como inspiración, y dos, como “subenirs” para giris en el museo Da Vinci.
Pegamos un salto (metafóricamente, no te vayas a romper algo) y llegamos al siglo XVIII (no hace falta que cuentes palos, ya te digo yo que es siglo 18).
En estos 100 añitos los temerarios del aire dan un pasito al inventar el globo aerostático, ya sabes, esto que usaba Willie Fog.
El primero de estos juguetitos voladores lo inventó un sacerdote brasileño por el año 1708, aunque en el globo no fuese nadie. ¿Cómo lo bajaron entonces? Hipótesis dice que le tiraron piedras hasta pincharlo.
No es de extrañar que viendo el “gran” avance de este sacerdote, no haya nada mas interesante que decir hasta 1782, cuando dos hermanos (No, todavía no son los famosos) llamados Joseph y Jacques Montgolfier inventaron una serie de globos de papel y tela, los cuales fueron tripulados esta vez por pollos. Mas tarde, cuando descubrieron que los pollos no tenían intención de bajar para que les convirtiesen en almuerzo, lanzaron otro vuelo, esta vez pilotado por un acelarao del que poco sabemos.
Los globos no fueron que se diga, un gran avance. Volaban si, pero como una patata, sube un rato, para luego bajar de sopetón.
Olvidándonos de estos mastodontes hinchados que eran los globos, empezó a salir otro tipo de vuelo mas interesante, el planeo. Imitando a las gaviotitas y a los diseños de Da Vinci, estos vuelos utilizaban sistemas tan locos como calderas de vapor ¡En un ala delta poner una caldera!
Pero realmente el inventor del avión es un tipo que tiene nombre de fruta Clement Ader (Clementino en español). Este nombre no le dice casi nada nadie, por lo que diré yo lo que sé. Clementino tuvo ideas tan locas como construir planeadores con plumas de oca. En 1897 realizó un vuelo de 50m con uno de sus aparatejos, tan complejo y desmesurado que no lo pudo controlar, al que bautizó como Avión III. Como su trasto era mas incontrolable que un bote de nitroglicerina puesto en la punta de un alfiler, el gobierno francés le dijo que no lo aceptaba para tirar bombas. Clementino la diñó pasando sus últimos años fabricando motores de coche, aunque tampoco se hizo famoso con estos prodigios.
Los que realmente si se hicieron famosos fueron los famosos hermanos Wright, que encima se dieron de leches con un tal Alberto Santos Dumont, el cual también inventó un avión y presumió de haber realizado el primer vuelo tripulado, a la par que los Wright. Por lo visto 105 años después no nos hemos puesto todavía de acuerdo, por lo que Internet está divido en los partidarios de los Wright y los de Alberto. Yo personalmente opino que se lo merece mas Albertito, ya que su avión podía despegar sin necesidad de viento, al contrario que el de los Wright.
Como vemos, eso del primer vuelo es muy relativo. ¿Le damos los laureles a los primeros aventureros salta-balcones? ¿A los hermanos franceses del globo? ¿A Clementino? ¿A los Wright y a Albertito y que se peguen por el? Yo sinceramente se los daría a los pollos que volaron en el globo de los hermanos franceses.
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