Imperios,ciudades,civilizaciones,religiones, leyes, revoluciones, personajes, políticos,arte y tendencias, todas ellas recogidas en esa historia interminable que es el paso de la humanidad sobre el mundo. Aquí encontrarás esto y más contado con la coña que la historia tiene. ¿Que no? Baja un poco y descubrirás como de chuscas pueden ser las andanzas del ser humano. Bienvenido
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martes, 9 de noviembre de 2010
Historia de la mafia II
Música para hacer ambiente
Cambiemos totalmente de aires.
Nos vamos al New York de 1918. Miles de italianos, irlandeses, ingleses y andorranos abandonan Europa (a la cual no le ha sentado muy bien lo de la guerra mundial). Estados Unidos se hace cargo con la construcción de la Isla de Eli, que viene a ser un sitio donde les ponen los pendientes de colores de las vacas y les marcan al rojo vivo como extranjero.
Los barrios bajos de la ciudad están hasta arriba de inmigrantes sin dinero y muchas ganas de triunfar, entre ellos, los italianos. Pero claro, cuando no es que haya mucho trabajo y además no controlas bien el idioma, no es de extrañar que te vaya un poco mal eso de triunfar.
Los sicilianos, recordemos, venían de un lugar donde era normal que uno cogiese y te pidiese un dinerillo para el pobre pobre recaudador de impuestos. Si los administradores sicilianos tuvieron la gran idea de implantar la mafia allá en Italia, ¿Por qué no una mafia americana?
Los pulgosos de los barrios bajos empezaron a darse aires de grandeza e imaginarse que eran grandes mafiosos que controlaban toda la ciudad. Pero había que organizarse (por eso de ser crimen organizado). Primero los ladrones empezaron a organizarse para formar bandas de atracadores, ladrones y paleros en general. Luego empezaron a surgir otras bandas, lo cual llevó a los primeros enfrentamientos entre navajeros y pistoleros italianos. Pero a algún siciliano mas espabilado se le ocurrió utilizar el miedo que influían las bandas. Como en general a tenderos y familias no les gustaba mucho que la banda de los Pistoleri viniese a la charcutería, robase un lechón y te pegase un tiro en la rodilla, pues claro, los Navaji, amablemente te sugerían la idea de ayudarte protegiendo el negocio. Si decías que no, pues claro, los Navaji venían, te robaban otro lechón y te disparaban en la otra rodilla. Lo mas normal era decir que si, así, por lo menos una de las dos rodillas la salvabas, y las dos si los Navaji te protegían de verdad.
A cambio de protegerte, ¿Qué menos que un 90 % de las ganancias? Para que los nenes se compren unas chucherías antes de pegar un palo.
La auténtica bomba de relojería que volvería gordos a los peces que todavía no lo eran del todo fue la ley seca, una muy buena idea propuesta por una vieja armada con un hacha (véase Carrie Nation) e impuesta por una presidencia republicana (que si coña, estos del tea party). Esta ley, como creo que sabremos, es la que prohibía las bebidas alcohólicas. Claro, la idea de la vieja del hacha esta muy bien pero claro, no para los Navaji y los Pistoleri.
Estos, que se miraron en las enciclopedias de las librerías que protegían como destilar, alquilaron locales clandestinos donde destilaban alcojoles variados. Estos los vendían al precio que se les pusiese en baretos de mala muerte donde todos iban como tontos.
El tirón americano de los felices años 20 llevó a los mafiosos a convertirse en auténticos millonetis con metralleta que es el ideal de gangster que conocemos hoy en día.
Los millonetis estos dieron un nuevo aire a la idea de la protección. No se conformaron con comprar tienducas de los barrios bajos, así que fueron a por locales de juego, burdeles, y demás sitios de mala muerte, como guarderías. Pero como la cosa se quedaba pequeña (recordemos que estos tíos no se conforman con poco), fueron también a por los casinos de las vegas y finalmente acabaron metidos en sindicatos, los cuales controlaban para hacerles cambiar de opinión, en concreto, la del político que pagase mas. Poco a poco, como los millonetis ya se habían quedado lejos de los palos a las tiendas y los baretos, ya que estos los controlaban por medio de una cadena de subordinados de la que no se veía el fondo, los dones y jefes de las mafias acabaron por limpiar su nombre y convertirse en auténticos hombres de poder con todas las de la ley, como el amiguete Frank Costello. Como vemos, de los paleros sicilianos, a los Dones pasando por los gangsters de thompson y puro, ha habido tan solo unos… 70 añitos.
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