A limpiarse los oídos toca: Hoy nos vamos a dar un garbeo por el asunto musical.
Como sabemos, la música clásica, esa cosa que escuchan los intelektuales llena de nombres raros y Opus y sinfonías, es prácticamente toda la música de 1900 hacia atrás, eliminando la música del folklore. La música clásica tiene especial acogida en gente culta, viejos, sordos y gente con insomnio que acuden a ver a Rachaminov para cuatro horas de siesta. Pero al pueblo llano parece pelársela un poca la música clásica. Eso si, su vida, la nuestra y la de cualquiera esta muchas veces acompañada por música clásica sin que nos demos cuenta. ¿Ejemplos? Hay van unos pocos:
Opus 49 overtura 1812, batalla final de Tchaikovsky, Anuncio del Risk
http://www.youtube.com/watch?v=G4h7NGMz2RI&feature=related
Cuando llegan las navidades aparecen en la tele anuncios de juegos de mesa y entre ellos asoma el que te da la oportunidad de hacer que los sueños de un niño llamado Adolfito se cumplan, El risk.
Los anuncios de Risk, así como otras muchas referencias a él, nos muestran una marcha militar acompañada por flautines, tambores y cañonazos. Esta melodía se ha quedado como una de las mayores referencias a la guerra en la cultura popular. Razón no falta, puesto que esta overtura fue compuesta 1880 por el amigo Pyotr Il'ich Tckovsky, o para los colegas, Tchaikovsky en conmemoración de la congelación de la Grande Armée de napoleón, que quedó helada por intentar conquistar Rusia. Aprovechando que no solo iban a construir una catedral en conmemoración de que a Bonaparte se le helaran las napoleónicas partes sino además iba a coincidir con el 25 aniversario de la coronación de el zar y con la Exhibición de cultura y arte que iba a celebrarse en Rusia. Tchaikovsky, ruso de corazón, decidió escribir la overtura, simulando una batalla entre franceses y rusos, razón por la que, la traca final, acompañada por cañonazos, nos recuerde a una gran batalla de soldaditos de risk, que, efectivamente, trata de las guerras napoleónicas. Algún friki de por ahí también la recordará por aparecer en la película del famoso comic “V de vendeta”
La cabalgata de las Valkirias de Richard Wagner, Apocalipsis Now.
http://www.youtube.com/watch?v=SIY_aDoTDEs
La guerra fría esta en su apogeo los Rollings Stones son número uno de ventas y los vietcongs reinan por Vietnam como si fuese si casa (USA nos hacer creer que no). Pero un escuadrón de helicópteros aparece con el coronel Kilgore soltando NAPALM y tiros mientras pone una conocida melodía que al oírla siempre nos recordará a esta escena de Apocalipsis Now de Coppola, o como poco , a un escuadrón de helicópteros militares. La música que Kilgore pone en la escena, es, como dice, del grandioso Richard Wagner y se llama la Cabalgata de las Valkirias.
Wagner compuso esta obra para una de las cuatro óperas que formaban parte de lo que llamaba, El anillo de los Nibelungos, cuatro óperas que nos hablan de la pureza de los teutones, la mitología alemana y un montón de cosas que mas tarde Adolfito interpretó de una manera muy bestia. Wagner con esta obra quería representar a un grupo de Valkirias, divinidades normandas que elegían a los soldados con mayor enajenación mental, osea, los más heroicos y los llevaban al Valhala, una especie de balneario de lujo para veteranos. No sabemos si al público del estreno allá por 1870 le recordó a eso, pero al mundo actual le recuerda a los helicópteros del Noveno batallón de la Primera División de Caballería Aerotransportada reventando japos.
The entertainer rag, Scott Joplin, Tema principal de El Golpe
http://www.youtube.com/watch?v=DDGibUnfGK8&feature=related
¿Quién no conoce la melodía de El Golpe? Esa musiquita de piano que tanto han usado anuncios, series (como los Simpsons), películas y en el especial la magistral obra “El Golpe”, donde Paul Newman y Robert Redford se dedican a desplumar a un importante mafioso a base de timos y engaños. Esta película, graciosa, amena e intrigante, basa su banda sonora en las composiciones del genial Scott Joplin ¿No le suena a nadie? Pues para que se sepa, fue uno de los padres del jazz.
Scott Joplin ha pasado a la historia principalmente por componer rags, que son piezas especialmente para piano que rompían en su época con lo ya hecho. Basados en la música popular americana, Joplin, el cual era negro y un paisano americano que había vivido la música popular en sus carnes, elevó el folk a la altura de la música clásica. Joplin es uno de los últimos compositores de lo que se considera música clásica, o al menos, de los últimos que compusieron cuando estaba de moda.
The entertainment es uno de sus rags mas conocidos, pero compuso otros mas famosos, como The maple leaf rag, Pinneaple rag y Solace, los tres incluidos en la BSO de El Golpe.
Imperios,ciudades,civilizaciones,religiones, leyes, revoluciones, personajes, políticos,arte y tendencias, todas ellas recogidas en esa historia interminable que es el paso de la humanidad sobre el mundo. Aquí encontrarás esto y más contado con la coña que la historia tiene. ¿Que no? Baja un poco y descubrirás como de chuscas pueden ser las andanzas del ser humano. Bienvenido
Test
El blog La historia Interminable renovado y celebrando su 2º año en la red
domingo, 24 de octubre de 2010
martes, 12 de octubre de 2010
¿Que es lo que celebramos?
¡Pa mi el mérito!
Osea que puente del pilar ¿Eh?
Vamos a echar un vistazo a la Wikipedia haber que nos dice…
¡Leches! ¡¿Toda esta fiesta es porque Colón desembarcó en América?! Este tema tiene miga, amigos, así que tiremos la bola del mundo, la penicilina y las patatas por la ventana y viajemos a una mañana de octubre de 1492 (más o menos a la hora del bocadillo mañanero).
Las tres naves que por ahí iban, La niña, La pinta y la Santamaría, no es que estuviesen para echar cohetes. Se habían producido varios intentos de motín, sofocados por los hermanos pinzón mientras Colón se rascaba la espalda con el compás. Pero el último de todos pilló a los Pinzón en la letrina y se hizo casi con el control del barco. Colón, que casi ni se había enterado de que habían salido de Palos de la Frontera hacía ya dos meses, salió quitándose las migas de la camisa y dijo a los marineros, mas quemados que los chistes de comparaciones: “Si no vemos tierra en tres días, os quedáis el barco”
Tres días después, un chavalillo llamado Rodrigo de Triana, vio una línea en el horizonte y gritó: ¡TIERRA!
Al chaval le había hecho mas ilusión que al resto, porque, a parte de ser el primero en descubrir el nuevo mundo, había ganado 10.000 maravedís de estos que muerdes y no se doblan en un concurso de los reyes católicos: El primero que vea, gana.
Pero como el tío había dicho “tiera” en vez de tierra (o eso recordó Rodrigo cuando Colón le puso la daga en la entrepierna), el premio se lo llevó el amigete Cristóbal.
En realidad, aquella “tiera” no era lo que buscaban, Las indias, y ni siquiera era un nuevo continente, América (llamado así porque el primero que se empanó del asunto fue un tal Américo Vespucio), sino una islita apartada de la mano de dios llamada Guhananai. Como tenía un nombre que sonaba a marca de zumo de frutas, Colón la llamó “El salvador”, seguramente porque le salvó el pellejo.
Como vemos, Colón ni siquiera había descubierto América, ni una nueva ruta a las indias, ni siquiera la había visto primero y encima no hizo nada contra los motines. Por si no fuese suficiente, ni siquiera era español, ni España fue la primera opción para pedir los papeles y las cosas.
Colón no fue un explorador, ¡Fue un jeta!
martes, 5 de octubre de 2010
"Matarás a quien yo mate, profanarás lo que yo profane y te comerás a quien yo me coma"
Y parece un papa el angelito
Si miramos encima de ese país lleno de gente llamado China, veremos que hay un terruño un tanto pelao llamado Mongolia.
A ojos de occidente, no es mas que eso, un barrizal montañoso lleno de gente que habla raro y con ojos de resaca. Pero en realidad, uno de los grandes personajes históricos mongoles es el mismísimo Gengis Khan, del que hablaremos en esta entrada.
Este personajillo que acabó convertido en mandamás, nació, no como rey, ni como príncipe, y ni siquiera como pobre, lo cual le da siempre mas gracia al asunto. No, nació en una familia de nobles, simples y sosos, bajo el salado nombre de Temüjin. Ala, un nombre to complicao, con diéresis y todo para que el niño tenga una infancia puta; gracias mamá de Temüjin. Con o sin nombre ridículo, la infancia del chaval no es que fuese para tirar cohetes. Su padre, un hombre de alto standing en el clan Borjigin, tomó un vaso de té con altos niveles de matarratas por cortesía de unos alegres conquistadores llamados los Tártaros. Como no habían guardado ni un clavel en el calcetín y la madre del chaval lo único que sabía hacer era poner nombres feos, el chollo de nobles se les agotó.
Temüjin and comany (sus seis hermanos y su madre) pasaron de la riqueza a la miseria, pero, como hablamos de antiguo régimen, todavía, por lo menos, les quedaba el título de nobles, que atesoraban con cariñito entre basuras y verduras podridas.
Como es de suponer, si te matan al padre y te quitan todo de golpe así de golpe, acabarás por sacar a la luz tus instintos sádicos y psicópatas.
Como aquello de la fuerza del uno todavía no había cuajado, Temüjin se hizo un club de amiguetes que mas tarde acabarían siendo su guardia imperial.
Para poder saciar sus ansias asesinas, la alegre compañía de Temüjin fue aceptada como ejercito de reserva de Togrhul, un ex-aliado de su padre.
Mas tarde, tras salvar a su esposa (joe con el niñato) de todo un clan, empezó a ver que eso de arrasar ejércitos se le daba bien, por lo que muchos clanes se aliaron con él.
Mas tarde, los chinos (si,si, los de abajo) empezaron a ver que los mentados Tártaros (a los que hemos comentado fugazmente así como si nada) estaban empezando a tocar demasiado las asiáticas narices, así que China ofreció a los clanes mongoles oprimidos por los Tártaros la opción de vengarse. Mongolia y China lucharon contra Tártaros, osea, que si Temüjin era Mongol, y Mongolia participó en la guerra… ¡Temüjin luchó contra ellos!
Los Tártaros fueron derrocados, pero para que no se quedasen así tan tristones, se les dedicó una salsa, la tártara en concreto.
Pero a Temüjin se le había salido demasiado la cadena. Mandó matar a todo varón tártaro mas bajo que el eje de una rueda de carromato. Solo los bebes y los viejos muy encorvados se libraron. Pero al nene no había manera de tranquilizarlo ¡Quería mas!
Ansiao de tener mas, alió todos los clanes mongoles con el lema de “Lo tomas o lo dejas”, aunque claro, cuando dice dejar se refiere a seguir viviendo. A punta de espada, Temüjin se hizo con Mongolia, para mas tarde ir contra China (haciendo una visitita por Pekín). Y bueno, ya que hemos llegado hasta aquí, pues venga, a por Persia también, que cayó como todos. Temüjin se cambió el nombre por el de Genghis Kan, o en mongolés, Señor de todo, pa intimidar. Eso si, su madre mas toca huevos que una zarza en el calzoncillo, no tardó en llamarle Genghisito, con lo cual Temüjin ganó un curioso apodo entre los hombres.
Por lo que se cuenta, Kan era tan cabrón que cuando dos generales entregaron a su líder, enemigo jurado de Kan, traicionándolo con tal de asegurarse un puesto en su ejército, este dijo que si eran capaces de entregar a su líder, no le valían. Así que espadazo en la nuca y a otra cosa. El líder pidió por su parte una muerte sin sangre, noble. Kan, que le había dado su palabra, le partió la columna con mucha finura y educación.
Pero claro, a todos nos llega la hora de finar, así que un día de 1227 el cabroncete estiró la pata. Eso si, no vayamos a pensar que las ansias de matar del niño psicópata se habían disipado muerto. No señor, mató hasta muerto.
Como su muerte no debía hacerse pública hasta que su hijo Ogodei (nombre puesto por la madre de Kan) subiese al trono, mientras transportaban el féretro nocturnamente, si alguien les veía (que les vieron) les daban matarile.
Como vemos, Genshisito fue un cabrón en toda regla, excepto, claro esta, para los mongoles, que les vino como hilo al dedo.
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